Jenni Hermoso ha sido protagonista de los últimos meses después de ganar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, pero también por el polémico beso de Luis Rubiales, el expresidente de la RFEF, ha roto su silencio y ha hablado en una extensa entrevista en la revista GQ. Precisamente, la futbolista del Pachuca mexicano y de la selección española ha sido galardonada con el premio 'Mujer GQ del Año'.
Jenni Hermoso y su sufrimiento con el caso Rubiales
Pero lo más destacado de todo es que la jugadora española ha roto su silencio después de los hechos que tuvieron lugar el pasado mes de agosto. "Hace tres meses ni era campeona del mundo, que es lo máximo a lo que podía aspirar, y desde luego no me imaginaba estando en el punto de mira", empieza diciendo. Pero la jugadora madrileña también ha confesado que "estas semanas han sido muy difíciles".
Hermoso, que ha tenido que declarar en el juzgado después que el caso Rubiales llegara a la justicia, ha reconocido que "tener que contarlo una y otra vez me estaba haciendo mucho daño". Unas declaraciones esperadas, pero que van más allá: "Sigo trabajando en ello con la ayuda de mi psicóloga, con la que llevo muchos años".
Sin embargo, la misma Jenni Hermoso apunta que "no estoy derrumbada o pensando en no querer jugar más a fútbol". Además, la futbolista añade que "nunca he perdido la ilusión" de jugar a fútbol, y eso es lo más positivo de todo. Y también acaba apuntando que "hay cosas que no han sido normales nunca", pero que al mismo tiempo "he tenido que asumir las consecuencias de un acto que no provoqué, que no había elegido ni premeditado." Y lo más grave de todo es que "he llegado a recibir amenazas, y eso es algo a lo que no te acostumbras nunca".
Jenni Hermoso, orgullosa de la lucha por los derechos de las futbolistas españolas
Aunque reconoce que no ha recibido nunca una mano de sus homónimos de la selección masculina de fútbol, afirmando que "el apoyo de ellos no sé si habría hecho todo más sencillo, pero desde luego nos habría ayudado mucho", también va más allá y reivindica la lucha que tanto ella como el resto de las compañeras de la selección española han hecho antes, durante y después del Mundial: "Poder luchar por esto —unas condiciones más dignas para las futbolistas— es otro orgullo y ahí sí que quiero hacerme notar. Si tengo que poner mi cara para conseguir un cambio, adelante".
Y aunque "nos han llamado caprichosas", Jenni Hermoso explica que "simplemente queríamos lo más básico, tener un salario mínimo, que se nos respetara y se nos diera la oportunidad de poder hacer algo muy grande". Y algunas cosas ya se han conseguido, por eso también está muy orgullosa.
Para acabar, Jenni Hermoso ha dicho cómo le gustaría ser recordada y ha asegurado que "como una persona que ha querido dejar a España en lo más alto, pero, sobre todo, como alguien que ha intentado que muchas mentalidades cambien". Y también ha reconocido que "por suerte o por desgracia, está esta historia —el caso Rubiales—, pero voy a aprender a aprovecharla positivamente para pelear por lo que creo que es bueno para la sociedad". Y ha concluido diciendo que "el movimiento #SeAcabó debe traer una nueva era".