Jessica Fox es, indudablemente una de las grandes ganadoras de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en su primera semana de competición. La palista australiana, aunque nacida en territorio francés, concretamente en Marsella, se marchará de la capital nipona con dos medallas.

Un preservativo fue clave para conseguir el bronce en el K1

La más valiosa de todas, el oro conseguido en la categoría de C1 de piragüismo en eslálon, pero también volverá a Australia con un bronce en la disciplina de K1. Y precisamente en este K1, además de la grandísima actuación de la palista australiana hubo otro protagonista inesperado para todo el mundo menos para ella: un preservativo.

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Jessica Fox celebrando cuando acabó la prueba del C1, donde ganó la medalla de oro / EFE

Siempre se acostumbra a bromear sobre la gran cantidad de condones que el Comité Olímpico Internacional reparte a los deportistas, pero en ningún momento podría imaginarse que uno de estos preservativos se utilizaría para arreglar un kayak e impedir que entrara agua después de un choque. Y eso es exactamente lo que hizo Jessica Fox.

La australiana se clasificó para la final del K1 después de conseguir un buen tiempo en las semifinales, pero tuvo un golpe con uno de los límites del canal de aguas bravas dónde competía y acabó la prueba con un agujero importante en la parte delantera de su kayak que tenía que intentar tapar de alguna forma en los 45 minutos que tenía entre la semifinal y la final.

El preservativo impidió que entrara agua en el kayak

Y lo que hicieron Fox y su equipo fue idear un método para taponar este agujero. Lo consiguieron mediante un tipo de masa de carbono, para hacer de tapón de la parte agujereada y para cubrir esta masa con el kayak y evitar que se fuera pusieron un preservativo en la punta, tal como hicieron público en las redes sociales.

Visto el resultado final, que acabó con medalla de bronce, parece que este método casero funcionó bastante bien. La australiana sólo acabó por detrás de la alemana Ricarda Funk y de la guipuzcoana Maialen Chourraut, que sumó la segunda medalla de plata para la delegación española.

En la categoría de C1, en la qué la australiana consiguió el oro, quedó por delante de la británica Franklin y de la alemana Herzog. Fox, de 27 años todavía tiene carrera por delante para agrandar su leyenda, y ya ha demostrado que si tiene problemas es capaz de encontrar soluciones donde nadie las encuentra.

 

Imagen principal: Jessica Fox celebra la medalla de oro conseguida en el C1 de piragüismo en eslalon / EFE