Después de que el Barça ganara la Liga la temporada pasada, la dirección deportiva del club blaugrana decidió reforzar la plantilla con dos claros objetivos, iniciar una nueva era de dominio ganando una segunda Liga consecutiva y firmar una convincente actuación en la Champions League, demostrando que después de dos años probando la Europa League, había llegado el momento de mostrar que el Barça ha vuelto.
A la hora de la verdad, sin embargo, todo ha salido del revés. El Barça ha decaído, convirtiendo su sobriedad defensiva en un correcalles en el que marcarle goles es tarea sencilla, además de no encontrar un juego convincente y con continuidad. El proyecto ha tocado fondo, lo que ha llevado a Xavi Hernández a anunciar su salida del club el 30 de junio.
Temor en el Barça por la plaza Champions
A falta de 3 meses para que concluya la temporada, en el Barça son conscientes de que el curso ya está prácticamente perdido. La Copa del Rey y la Supercopa de España ya son historia, mientras que la Liga ya es imposible. De hecho, el club ha dejado de mirar a la 1ª posición para fijarse en la 5ª, donde el Athletic Club aspira a arrebatarle la plaza Champions al Barça. No participar en la próxima edición supondría un golpe durísimo para el club, tanto económico como de imagen, un declive inaceptable.
Al Barça le quedan salidas muy difíciles, a los campos del Real Madrid, el Atlético de Madrid, el Girona, el Athletic Club y el Sevilla, finales que podrían poner en problemas a los blaugrana, un horizonte que asusta a Joan Laporta y a Deco.
Europa, un sueño imposible
Y después está la Champions, en la que el Barça se enfrentará al Nápoles en los octavos de final. Teóricamente, los blaugrana no deberían sufrir en exceso para superar a los italianos, aunque tal y como está el equipo, todo es posible. El problema es que en el Barça son conscientes de que equipos como el Manchester City, el Real Madrid, el PSG, el Arsenal o el Bayern están en estos momentos por encima.
El Barça espera pasar a los cuartos de final, aunque es consciente de que las opciones de luchar por la Champions League son remotas. El temor es que en el sorteo toque un club como el Manchester City, ya que caer con estrépito también sería un golpe difícil de digerir.