En el Barça crece la preocupación respecto al proyecto que lidera Xavi Hernández. El club blaugrana apostó plenamente en el entrenador de Terrassa, que parecía el mejor del mercado para recuperar el estilo perdido, para que el Barça volviera a ser la envidia del mundo, con un fútbol vistoso y ofensivo que ganara títulos. Por ello, y a pesar de las dificultades económicas, Joan Laporta hizo todo lo posible para darle a Xavi los fichajes que quería, empezando por Ferran Torres, además de hacer lo imposible para que Ousmane Dembélé renovara con el club cuando tenía un pie y medio fuera del Camp Nou.
La temporada pasada, la primera planificada por Xavi Hernández, dejó sensaciones agridulces. El Barça ganó la Liga, un mérito enorme, aunque el juego no fue del todo bueno, basando mucho las victorias en la defensa. Aún y así, el objetivo era recuperar el título liguero, plantarle cara al Real Madrid, y se logró. El problema vino en Europa, donde el Barça hizo el ridículo. No fue capaz de superar la fase de grupos y en la Europa League cayó contra un Manchester United en plena crisis.
El Barça, cada vez más preocupante
Para esta temporada, pues, el objetivo volvía a ser luchar por la Liga, pelear de tú a tú con el Real Madrid, pero sobre todo lo que Joan Laporta exige es que el equipo empiece a jugar mejor, a ser el Barça que se espera, y que compita en Europa, que vuelva a ser un candidato a luchar por la Champions League. Y no se está consiguiendo. El Barça le ha vuelto a dar a Xavi todo lo que ha pedido, ha reforzado la plantilla con jugadores del nivel de Joao Félix y Joao Cancelo, pero el equipo sigue sin funcionar.
Contra el Real Madrid, en el Clásico, no firmó un mal partido, pero perdió, mientras que en Anoeta firmó un partido horrible, para olvidar, aunque las cosas del fútbol provocaron que los blaugrana se llevaran los 3 puntos. Contra el Shakhtar, pues, era obligatorio recuperar las sensaciones, jugar bien, una victoria que le daba, además, el billete para los octavos de la Champions. El rival era propicio, ya que apuesta por salir desde atrás, además de que no es un equipo fuerte defensivamente, pero la hecatombe ha sido terrible, muy preocupante. Y es que el Barça, a pesar de tener un grupo muy asequible, no está firmando una buena Champions. Jugó bien contra el Amberes, pero ya dejó dudas contra el Porto, al que ganó sin jugar nada bien. Y lo mismo ocurrió en el partido contra el Shakhtar del Lluís Companys, que los blaugrana ganaron con solvencia en el marcador, pero no tanto en el juego.
Klopp y Míchel, en la lista del Barça
Es por ello que en el Barça ya no se descarta hacer borrón y cuenta nueva. Las dudas sobre la figura de Xavi crecen, las voces sobre un cambio empiezan a circular por el entorno blaugrana. Y sobre la mesa aparecen dos nombres. El primero es el entrenador que siempre ha gustado a Joan Laporta, Jürgen Klopp, que al finalizar la temporada podría salir del Liverpool. El técnico alemán tiene mucha experiencia y le avalan los títulos logrados, además de apostar por un fútbol ofensivo e intenso que gusta en Barcelona.
El segundo de la lista, más reciente, es Míchel, que en el Girona está haciendo méritos para terminar en el banquillo de un gigante de Europa. Se cree que el madrileño terminará siendo el sustituto de Pep Guardiola cuando el entrenador de Santpedor decida salir del Manchester City, pero el Barça no descarta adelantarse y hacerse con sus servicios si Xavi no cumple con los objetivos. El Barça debe competir la Liga, jugar bien y, sobre todo, no hacer el ridículo en Europa. La imagen de la temporada pasada no se puede volver a repetir.