El sueño de Neymar Jr. de volver al FC Barcelona sigue latente, pero no será un camino fácil. Tras su salida del fútbol árabe, el brasileño ha decidido regresar al Santos durante seis meses con la mirada puesta en Europa para la temporada 2024/25. Según fuentes cercanas al club, Joan Laporta estaría dispuesto a considerar su regreso, pero ha puesto sobre la mesa dos condiciones innegociables: recuperar su mejor nivel y aceptar una reducción salarial extrema.
El delantero, de 32 años, quiere llegar en plena forma al Mundial de 2026, y considera que el Barça sería el entorno ideal para cerrar su carrera en la élite. Sin embargo, el club catalán rechazó su fichaje en el pasado mercado de invierno, priorizando otras necesidades deportivas y financieras. Ahora, la directiva blaugrana espera ver cómo responde Neymar en su retorno al fútbol brasileño antes de tomar una decisión definitiva.
Un examen en Brasil antes de volver a Europa
El paso de Neymar por el Al-Hilal dejó más dudas que certezas, marcado por lesiones recurrentes y un rendimiento irregular. Su regreso al Santos no solo es un movimiento emocional, sino también estratégico: necesita minutos, continuidad y, sobre todo, demostrar que puede mantener un nivel competitivo. En el Barça hay escepticismo, especialmente porque su última etapa en el club y su posterior salida hacia el PSG dejaron heridas abiertas en la afición y en la directiva.
Además, el factor físico es clave. Las lesiones han mermado su capacidad para brillar con regularidad, y en un Barça que apunta a la renovación con Hansi Flick al mando, no hay margen para fichajes que no ofrezcan garantías inmediatas. Laporta lo sabe y ha sido claro con el entorno del brasileño: el rendimiento en Brasil será su carta de presentación para optar a un posible regreso.
Un salario muy lejos del pasado
El segundo gran obstáculo es económico. Neymar está acostumbrado a contratos millonarios, tanto en el PSG como en Arabia Saudí, pero el Barça atraviesa una situación financiera que no permite lujos. Laporta ha dejado claro que, si el brasileño quiere volver, tendrá que aceptar un salario muy por debajo de lo que ha percibido en los últimos años. No habrá cláusulas astronómicas ni primas desorbitadas: solo un contrato adaptado a la realidad culé.
La pregunta es si Neymar está dispuesto a sacrificar tanto en el plano económico como para regresar a un club donde ya lo ganó todo. Su deseo de llegar en forma al Mundial de 2026 podría ser el incentivo necesario. Sin embargo, el Barça no hará excepciones: rendimiento y sacrificio serán las claves para su regreso.
El futuro de Neymar en el FC Barcelona está en sus manos, pero también en sus piernas. Su paso por el Santos será el primer capítulo de una historia que podría tener un final blaugrana… o no.