Finalmente, tras innumerables giros de guion, Xavi Hernández se quedará en el Barça. Una decisión que públicamente se vendió como la forma de generar "estabilidad", ya que, según Joan Laporta, era la que generaba más consenso en el club. Sin embargo, estas declaraciones están lejos de la realidad.

Antes de que el propio Xavi anunciase su decisión de marcharse, de la cual se acabaría retractando, había tenido algunas desavenencias con la dirección deportiva, encabezada por Deco. El fichaje de jugadores como Joao Félix, el cual no estuvo aprobado por el entrenador hasta el final del mercado, o el conflicto generado por la convocatoria ante el Amberes son algunos de los episodios que han tensado la relación entre ambas partes. Pero aún hay más.

Deco, Joan Laporta y Xavi Hernández posando / Foto: FC Barcelona

Xavi sugirió el fichaje de Isco

Antes de acabar el año, Xavi ya había empezado a moverse en el mercado para tratar de facilitar algunas operaciones de cara a la próxima temporada. Una de ellas es la llegada de un interior, que el de Terrassa ha pedido tantas veces. Como Bernardo Silva era un objetivo prácticamente inasumible, se barajaron otras opciones. De las cuales la más avanzada era la de Isco.

El centrocampista andaluz comenzó siendo una de las grandes revelaciones de la temporada. Después de unos años donde su rendimiento había caído, y cuando parecía que el mejor Isco sería irrecuperable, el malagueño encontró su mejor versión en el Real Betis. Motivo suficiente para que Xavi confiase en él como uno de los próximos fichajes del Barça, teniendo en cuenta que solo había firmado un año de contrato con los béticos.

Isco celebrando un gol con el Betis / Foto: Europa Press

Laporta y Deco se negaron

El técnico catalán contactó con el jugador para explicarle su proyecto, su idea de juego y la importancia que tendría en el equipo. Un discurso que atrajo al de Benalmádena, que estaba dispuesto a unirse al Barça a pesar de su pasado en el Real Madrid. Sin embargo, cuando todo estaba prácticamente apalabrado entre entrenador y jugador, Laporta y Deco bloquearon el fichaje.

La dirección deportiva consideró que, con 32 años, Isco no tenía hueco en el equipo. Más aún en una zona del campo donde en ese momento contaba con Gavi sin lesionarse, Pedri en plenas condiciones o un recién llegado Gündogan, entre otros. El rechazo por parte del Barça sorprendió al jugador, que no quiso comprometer su futuro y decidió asegurarse su continuidad en el Betis. Fue entonces, el pasado mes de diciembre, cuando renovó con el club verdiblanco hasta 2027, momento en el que tendrá 35 años. Isco se une, así, a la lista de jugadores que Xavi ha convencido, pero que no han acabado siendo culés.