Xavi Hernández lo tuvo claro durante todo el serial y así se lo transmitió Joan Laporta a los emisarios del Manchester United. El conjunto Red Devil, en el primer mercado de fichajes con Erik ten Hag como entrenador, tenía claro que tenía que invertir de lo lindo para hacerle el trabajo más fácil al técnico neerlandés.

En este sentido, Ten Hag impuso su manera de pensar e hizo suyo al equipo con el fichaje de varios futbolistas que conocía personalmente. Fichó a Christian Eriksen, ex del Ajax, como deseo personal, hizo lo mismo con su paisano Tyrell Malacia y culminó el verano con los multimillonarios fichajes de los brasileños Carlos Casemiro y Antony Santos. Este último fue uno de sus pupilos más talentosos en el Amsterdam Arena y, en este caso, consiguió volver a tenerlo en su plantilla a cambio de 101 millones de euros.

Xavi Hernández y Erik Ten Hag, sobre el césped del Camp Nou durante el Barça - Manchester United de la pasada temporada / Foto: Europa Press

Erik ten Hag no pudo fichar a Frenkie de Jong

El United le hizo una plantilla a medida a Ten Hag, pero no consiguió cerrar uno de los fichajes que el técnico consideraba claves para el proyecto: el de Frenkie de Jong. Después de muchas semanas de negociación, Barça y Manchester United no cerraron el traspaso, sobre todo, porque el propio De Jong se negaba a cambiar de aires.

De hecho, llegó a trascender que ambos clubs habían alcanzado un acuerdo por el traspaso del jugador en la cifra, pero habría sido Frenkie quien habría rechazado cualquier posibilidad de cambiar de aires. Sea como sea, el propio Laporta reconoció ante las cámaras de TV3 que el Barça rechazó una oferta de la entidad británica de 100 millones de euros, una cifra que habría hecho ascender la salida del mediocampista neerlandés a la segunda venta más cara de la historia del club culé, solo por detrás del adiós de Neymar hacia el PSG.

Frenkie de Jong, durante un partido entre el Barça y la Real Sociedad / Foto: Europa Press

Un acierto en toda regla

En un contexto en que el Barça no necesitaba ingresos porque tenía controlado su margen de maniobra gracias a las diferentes palancas económicas activadas, el club acabó decidiendo no traspasar a su dorsal '21' porque Xavi consideraba que era una pieza clave de la plantilla.

Y con la instauración del sistema del 4-3-3 con Gavi más de mediocampista que de extremo, Frenkie de Jong ha demostrado ser un futbolista de valía incalculable. Casi a la altura del pivote, pero con Busquets cubriéndole las espaldas, Frenkie de Jong podía sacar a relucir su poderosa conducción de balón, olvidándose de sus responsabilidades defensivas gracias al equilibrio que generaba el de Badia.