El Barça se ha encargado de dejar las puertas de salida completamente cerradas a Fermín López, un jugador que ha protagonizado muchos rumores a lo largo de las últimas semanas. Porque no acaba de estar satisfecho con los minutos y con la continuidad que ha tenido, a pesar de que siempre que ha entrado al terreno de juego ha demostrado que está preparado para ser titular, y que merece tener un rol mucho más importante.
Pero la presencia de estrellas como Frenkie de Jong, Pedri González, Pablo Paéz ‘Gavi’ o Dani Olmo provoca que tenga muy difícil disponer de la regularidad que le gustaría, y se ha tenido que conformar con jugar habitualmente como revulsivo, o en caso de necesidad. Hans-Dieter Flick está encantado con el ‘16’, sin embargo, no le puede garantizar más protagonismo, y esto es lo que ha despertado la atención de muchos clubes importantes.
Y es que hay entidades de la magnitud del Aston Villa, del Manchester United, del Chelesa o incluso, del Atlético de Madrid, que ya se han posicionado para acoger en sus filas al internacional español, y que pueden realizar una ofensiva para sacarlo del Camp Nou en el próximo periodo de traspasos. Una posible venta que Joan Laporta y Deco ni se plantean realizar, motivo por el cual le han prohibido negociar con otros equipos, y no estudiarán las propuestas que lleguen.
Además, Fermín renovó su contrato con el Barça hace un par de meses, firmando un vínculo de larga duración, de modo que no existe la necesidad de tener que venderlo ni de plantearse una separación. A pesar de que no es un fijo en los sistemas, es muy valorado por su capacidad para cambiar la dinámica de los partidos gracias a su facilidad para ver portería, y es considerado como un crack importante a la hora de hacer rotaciones.
Sobre todo, ahora que hay tantos choques en una campaña, y en la cual es totalmente obligatorio tener una plantilla larga y compensada.
Fermín solo saldrá si alguien paga su cláusula de rescisión
Así que la única manera de que Fermin pueda abandonar el Barça en un futuro cercano es que algún equipo se atreva a pagar la prohibitiva cláusula de rescisión que incluyó en su documento de trabajo, y que está valorada en 500 millones de euros.
Una cosa que es totalmente imposible que suceda, por lo tanto, seguirá en el proyecto de Flick durante más tiempo.