Joan Laporta tiene claro que el Barça necesita un nuevo Leo Messi, una nueva figura mundial que lidere al equipo y que se convierta en la imagen del club blaugrana en todo el planeta. A la espera de ver si Ansu Fati coge el tono físico y con Pedri y Frenkie de Jong asumiendo galones, el Barça necesita un crack contrastado, un jugador franquicia, y con el inconveniente de que sin dinero en la caja el club no podrá ni entrar en pujas y hacer apuestas con riesgo a fracasar.
Tomada esta decisión, la dirección deportiva se ha puesto a analizar la situación de las estrellas del momento, un casting de 10 nombres, entre los que estaban nombres como los de Salah, Foden, Neymar, Harry Kane o Mbappé que ha terminado con un claro ganador.
Casi todos los cracs, imposibles
La conclusión es que el Barça deberá darlo todo por fichar a Erling Haaland, la única estrella contrastada y con recorrido con opciones reales de jugar la temporada que viene en el Camp Nou. Mbappé, por ejemplo, sería una incorporación ideal, pues termina contrato, pero Joan Laporta sabe de primera mano que el francés terminará en el Real Madrid, con el que ya tiene un acuerdo muy avanzado, o en el PSG, que seguirá intentando renovarlo hasta el último día.
Otro nombre ha sido el de Neymar, aunque el brasileño es imposible tanto por su contrato como porque el PSG no lo dejará escapar, y menos si Mbappé se acaba yendo al Madrid. Salah es otra opción, pero su perfil es más el de un jugador en el final de su carrera, mientras que Foden no se moverá de Manchester. Harry Kane, por ejemplo, no quiere salir de la Premier League, mientras que Lukaku fue un grave error, pues el tempo de las elecciones a la presidencia hicieron imposible su fichaje, pues ya en marzo su traspaso al Chelsea estaba muy avanzado.
Haaland, el elegido
El nuevo Messi del Barça, pues debe ser sí o sí Haaland. El jugador quiere salir de Dortmund para dar un paso adelante en su carrera deportiva y su cláusula de rescisión bajará considerablemente, a una cifra que, según variables, quedará fijada entre 75 y 90 millones de euros.
El problema, claro está, es que Haaland está en la agenda del Real Madrid, el PSG, el Manchester United, el Manchester City, el Liverpool y el Bayern de Múnich, todos clubes con una mejor situación económica que el Barça. Laporta está jugando la única carta que le queda, la de Mino Raiola, a través del cual se quiere transmitir a Haaland que en el Camp Nou será el auténtico líder de un club que quiere volver a la élite lo antes posible. Haaland, de momento, se mantiene ajeno a su futuro, un tema que ha cedido por completo a su padre y a su representante. Cuando se acerque el final de la temporada se sentará con ellos y analizará qué es lo que más le conviene. Quedan unos meses, pues, en los que el Barça deberá hacer horas extra si no se quiere quedar sin nuevo líder.