Joan Laporta está totalmente convencido de que el Barcelona ha dado un giro de 180 grados desde la llegada de Hansi Flick al banquillo. La decisión de cambiar de entrenador no fue fácil, pero los resultados empiezan a hablar por sí solos. El equipo no solo lidera en LaLiga, sino que también está bien posicionado en la Champions League, dejando claro que el Barcelona ha recuperado la confianza y el optimismo que faltaba en la última parte de la pasada temporada.
Sin embargo, hay un fantasma del pasado que Laporta no olvida, y que sigue siendo una espina clavada tanto para la afición como para el propio club. Se trata del famoso 2-8 que el Bayern de Múnich infligió al Barcelona en los cuartos de final de la Champions en la temporada 2019/2020. Un partido que quedó marcado como una de las noches más amargas en la historia reciente del club catalán. En ese encuentro, el técnico que lideraba al Bayern era, precisamente, Hansi Flick, lo que añade un toque especial al enfrentamiento que ambos equipos tendrán próximamente en esta edición de la Champions.
Con este contexto en mente, Joan Laporta no ha dudado en enviar un mensaje claro y directo a Flick antes del importante choque ante los bávaros: "Nos debes una". Aunque dicho con un toque de humor y complicidad, el presidente es plenamente consciente de la importancia de este partido no solo por lo que está en juego en términos de competición, sino por lo que representa emocionalmente para la afición. El Barcelona ha crecido y mejorado mucho desde aquella fatídica noche en Lisboa, pero una victoria ante el Bayern serviría para cerrar definitivamente esa herida.
El reto de Laporta a Flick es claro: demostrar que este Barcelona es capaz de enfrentarse a cualquier rival y superar los fantasmas del pasado. Una victoria ante el Bayern no solo consolidaría al Barcelona como uno de los grandes contendientes para el título europeo, sino que también serviría para devolver la fe completa a la afición.
El partido en Montjuic se presenta como una oportunidad de oro para el Barcelona de dar un golpe sobre la mesa y reivindicarse ante uno de los equipos más poderosos de Europa. Y Laporta no quiere perder esta ocasión para empezar a escribir una nueva página en la historia del club, una en la que el equipo de Hansi Flick pueda dejar atrás definitivamente los fantasmas del 2-8.