El Barça tiene responsables de ojear el talento alrededor de todo el mundo, y muchas veces, el fútbol sudamericano es de donde salen aquellos diamantes más brillantes que necesitan ser pulidos para brillar todavía más. Ahora, uno de los jugadores que los ojeadores blaugrana han identificado como grandes promesas es el extremo Lucas Román, conocido como Pocho, y que se desenvuelve por la banda de Ferro Carril Oeste. A sus 18 años, ya es fijo como extremo derecho en el club donde se ha formado desde pequeño y que ahora se encuentra en Primera Nacional, el equivalente a la Segunda División en España.
El Pocho Román podría llegar al Barça este mismo invierno
Hace ya algunos días que vinculan su nombre al Barça, pese a que renovó con su club hace unos meses, pero solamente prolongó su contrato hasta diciembre de 2023. Parece una estrategia de Ferro para asegurarse un traspaso y no perder gratis a su mayor proyecto y que ya ha sido convocado varias veces con las categorías inferiores de la selección argentina. Las últimas llamadas las ha recibido del exblaugrana Javier Mascherano, actual seleccionador sub20 del combinado argentino.
Quizá el conocimiento del Jefecito pueda haber ayudado a Joan Laporta a decidirse, pues según la información publicada por el medio argentino TyC Sports, los contactos han ido avanzando recientemente y el desembarco del Pocho en Barcelona puede producirse este mismo invierno. Siempre según la citada información, su fichaje le costará cerca de un millón de euros al Barça, y el jugador, que posee la nacionalidad italiana y no ocuparía plaza de extracomunitario, se enrolará, de momento, en el filial que entrena Rafa Márquez.
La falta de gol, el aspecto a mejorar para ser más decisivo
Se trata de un extremo zurdo que suele jugar por la banda derecha y cuya jugada favorita es la diagonal para quitarse rivales a su paso mientras se acerca a la portería. Viendo algunos vídeos suyos, los paralelismos con el primer Leo Messi son evidentes, pero el fútbol nos ha dado ejemplos más que de sobra para saber que no le haría ningún favor. Ambos clubes llevan ya tres semanas negociando su traspaso, por un jugador que en 27 partidos en la segunda división del fútbol argentino acumula tres goles y una asistencia.
Esas cifras son posiblemente el apartado donde más se puede esperar que mejore. Su incidencia de cara a la portería rival sigue siendo escasa, y tiene que pulir todo el talento, la electricidad y el regate que demuestra tener en una influencia real a la hora de marcar o de dar goles. Con 18 años, tiene tiempo de sobra para hacerlo.