Joan Laporta ha tomado una decisión estratégica que podría marcar un antes y un después en el proyecto deportivo del FC Barcelona: el presidente azulgrana ha dado luz verde para lanzarse de lleno a por el fichaje de Nico Williams, extremo del Athletic Club y uno de los nombres más deseados en la dirección deportiva desde hace tiempo. Pero lo más curioso es que Nico también es el fichaje más soñado por Lamine Yamal, la gran joya de la cantera azulgrana.
El joven futbolista de 17 años ya ha dejado claro en privado y en su entorno que sueña con compartir banda con Nico, tanto en el Barça como en la Selección. Ambos han coincidido en varias convocatorias con la absoluta, y la química entre ellos ha sido evidente. Lamine admira su verticalidad, su desborde y su compromiso táctico, cualidades que considera ideales para que el Barça gane velocidad y profundidad en los costados.
El pasado verano, olvidado
Después del fichaje frustrado del pasado verano, muchos daban por descartado que el Barça volviera a la carga por el jugador navarro. Sin embargo, con el paso de los meses, las heridas se han cerrado y la postura del club ha cambiado. En el seno de la dirección deportiva se entiende ahora que Nico es la mejor opción disponible en el mercado para reforzar el ataque, sobre todo teniendo en cuenta tres factores clave: su juventud, su rendimiento contrastado en LaLiga y su compenetración con varios jugadores del Barça en la selección, como el propio Lamine, Pedri, Gavi o Ferran Torres.

El Athletic Club ha dejado claro que no negociará por debajo de su cláusula de rescisión, que ronda los 60 millones de euros, y en Bilbao no se contempla una salida si no es mediante el pago íntegro de esa cantidad. A pesar de que desde la entidad rojiblanca existe el deseo de renovar su contrato —que expira en 2027—, lo cierto es que el futbolista está abierto a un cambio de aires si el Barça se decide en firme a por él.
Pendientes del Fair Play
La gran incógnita, como en muchos movimientos del club en los últimos años, es la situación económica y el cumplimiento del Fair Play financiero. Desde los despachos del Camp Nou trabajan a contrarreloj para reducir masa salarial, cerrar alguna venta importante y generar margen suficiente que permita afrontar esta operación en el mercado de verano.

Fuentes próximas al club aseguran que si se logran esos ajustes financieros, Laporta no dudará en pagar la cláusula. El presidente es consciente de que fichar a Nico Williams sería un golpe de efecto tanto en lo deportivo como en lo mediático. Sería además una forma de blindar a Lamine Yamal, haciéndole ver que el club construye un proyecto competitivo a su alrededor.
La llegada de Nico también podría implicar salidas en la zona ofensiva. Futbolistas como Ferran Torres podrían estar en la rampa de salida si finalmente se concreta su llegada, aunque desde el cuerpo técnico de Hansi Flick se valora contar con una plantilla amplia y competitiva para luchar por todos los títulos la próxima temporada.
De momento, las conversaciones están en marcha y el optimismo va en aumento. El fichaje de Nico Williams ya no es una ilusión, sino un objetivo real para el Barça. Y Laporta quiere hacerle ese regalo a Lamine Yamal… y a toda la afición azulgrana.