La mayor prioridad para el Barça en el próximo mercado de fichajes parece ser reforzar la parcela ofensiva. Porque en defensa, la incorporación de Andreas Christensen parece cerrada, y aunque puede haber más, el trabajo ya se ha empezado. Algo parecido sucede en el centro del campo, donde el fichaje de Franck Kessié está más que adelantado, aunque puede no ser el único.
El Bayern se abre a negociar por Robert Lewandowski
Pero en ataque, de momento, todo sigue igual. Mientras se agotan las posibilidades de renovar a Ousmane Dembélé, o se estudian las opciones de vender a Memphis Depay, no llegan los fichajes. Y eso es porque el objetivo número uno de Joan Laporta y Mateu Alemany es mucho más ambicioso que los mencionados anteriormente, ya que no se trata de ningún otro que Robert Lewandowski, el nombre que está marcado en rojo en la agenda barcelonista.
Después de muchas semanas de rumores, parece que poco a poco se van esclareciendo los hechos, y ahora parece que lo más probable es que el polaco no siga en el Bayern la próxima temporada. Según publicó el diario Bild, el delantero ya verbalizó a su club su intención de no prorrogar su contrato, que acaba en 2023.
Ese movimiento lo ha acelerado todo y el Bayern, por primera vez, está abierto a negociar un traspaso este mismo verano, y parece que el precio que cuesta sacar a Lewandowski de Baviera son 40 millones de euros. No obstante, los alemanes tienen claro que no le dejarán marchar si no tienen atado antes a uno o dos jugadores que pueden intentar ocupar el enorme vacío que dejaría su salida.
¿Pensar en futuro o priorizar el presente?
Y hablando de ese precio de 40 millones, eso es lo que hace dudar a algunos. Pagar 40 millones por un jugador que en agosto cumple 34 años puede acabar siendo perjudicial, piensan los más escépticos, que preferirían destinar ese dinero a algún fichaje de más futuro, teniendo en cuenta que, por ejemplo, si no tenemos en cuenta las comisiones, el Manchester Cty "solo" ha pagado 60 millones de euros al Borussia Dortmund por Haaland.
No obstante, parece que la idea en el Barça es clara. Quieren al polaco. Garantiza un rendimiento immediato y una cantidad de goles solo al alcance de unos pocos en el mundo. Con su incorporación al ataque blaugrana, puede ser la pieza clave para que el engranaje de Xavi Hernández funcione y la transición que lleve al Barça de nuevo a la élite sea más corta de lo que se podía imaginar.
Imagen principal: Joan Laporta, presidente del Barça, dando una rueda de prensa / EFE