La temporada para el FC Barcelona ha acabado en el terreno de juego, pero en los despachos el trabajo está muy lejos de darse por cerrado. Porque Joan Laporta y Mateu Alemany han trazado un plan para revolucionar al equipo de arriba abajo, y eso incluye, a priori, nueve salidas y once fichajes, como mínimo.
El Barça, pendiente de la decisión de Dembélé
Pero estos números no son, ni mucho menos, algo fijos, porque hay que tener en cuenta, por ejemplo, el caso de Ousmane Dembélé. El francés acaba contrato el próximo mes de junio y sigue jugando al gato y al ratón con el Barça. Laporta, por petición de Xavi Hernández, está intentando, dentro de las limitaciones económicas del club, renovar al extremo, pero no hay manera de llegar a un acuerdo.
Aunque el representante Moussa Sissoko sigue alimentando los rumores, diciendo que la decisión no está tomada, en el Camp Nou trabajan en las alternativas por si se acaba confirmando la salida de 'El Mosquito', y esa alternativa parece ser Raphinha. El extremo brasileño del Leeds es el elegido por los blaugrana solo en caso que se marche Dembélé, y su club ya le ha puesto precio.
Aunque si el Leeds hubiera bajado a la Championship existía una cláusula que habría liberado al jugador por solo 25 millones de euros, una victoria en la última jornada, sumada a la derrota del Burnley, les dio la salvación y, en consecuencia, el precio de Raphinha ha aumentado.
El Leeds pide 55 millones por Raphinha
Ahora, según apuntan los medios ingleses, el Leeds pedirá un mínimo de 55 millones de euros por él. La cifra parece muy alejada de lo que puede y quiere pagar Joan Laporta, que le tocará explorar todas las opciones. Una de ellas, y la más lógica de todas, es intentar incluir a jugadores descartados por Xavi que puedan ser útiles para los ingleses.
Hace tiempo se habló que el Leeds había preguntado por Óscar Mingueza, lo que podría abaratar un poco la operación, aunque no en exceso. En todo caso, para seguir hablando de Raphinha, primero hay que dejar de hablar de Dembélé. El francés tiene que tomar y anunciar su decisión en los próximos días, y cuando eso suceda, el Barça actuará en consecuencia.
La desesperación en las oficinas blaugrana sigue en aumento, porque no quieren ni pueden perder más el tiempo, pero Dembélé tiene la sartén por el mango, y eso no suele ser una buena noticia.