El Newcastle United ha mostrado un firme interés por una de las grandes estrellas del Barça. Y, de hecho, Mohammed Bin Salmán ya ha contactado con Joan Laporta para trasladar su intención de negociar por un jugador que se ha consolidado como pieza clave en los sistemas de Xavi Hernández, y ha rendido a un nivel sobresaliente, superando todas las expectativas que había con él. Lógico, por lo tanto, que los de Eddie Howe hayan pensado en firmarlo.
Los ingleses quieren celebrar su regreso a la Champions League después de muchos años de ausencia con varios refuerzos estelares, y entre los objetivos que se han marcado se encuentra el nombre de Andreas Christensen. No generó mucha expectación cuando fue presentado, después de que finalizara contrato con el Chelsea en junio, pero ha demostrado ser una de las mejores operaciones que en el Camp Nou se han hecho en mucho tiempo.
Tuvo una adaptación un poco lenta y complicada, por la enorme competencia que existía en su posición, y por una lesión que tuvo. Pero después del Mundial de Qatar, donde fue una de las figuras de su selección, que fue eliminada en fase de grupos, el internacional danés se ganó la confianza del cuerpo técnico. Entendió a las mil maravillas lo que le pedía el entrenador de Terrassa, y ya nadie ha sido capaz de sentarlo en el banquillo.
Ha sido el mejor socio posible para Ronald Araújo, y también para Jules Koundé, y se ha ganado el respeto de todos los compañeros y de la afición. El ex del Borussia Mönchengladbach ha demostrado ser muy sobrio e inteligente, y a pesar de no tener un físico privilegiado, lo compensa con su buen posicionamiento y la magnífica de salida de balón que tiene. En el Barça no pueden estar más contentos con él, y le valoran como una pieza crucial.
Aunque a Laporta no le ha gustado nada que rechazara rebajarse el sueldo para facilitar el regreso de Leo Messi. Además, el más que probable aterrizaje de Íñigo Martínez desde el Athletic Club de Bilbao amenaza con quitar minutos a Christensen.
Laporta negociará por Christensen… pero por más de 60 millones de euros
Laporta sabe que Xavi quiere mantener a Christensen en la plantilla, pero puede ser uno de los sacrificios que en el Barça estén obligados a realizar para obtener ingresos. Por ello está dispuesto a sentarse a negociar con Bin Salmán… siempre y cuando ponga sobre la mesa más de 60 millones de euros.
De lo contrario, el defensor de 27 años no se moverá ni se marchará a ningún sitio.