El Barça volvió a disputar un partido decepcionante contra el Granada el pasado domingo. Pese a acumular dos partidos consecutivos en los que sumó los tres puntos, contra el Alavés y Osasuna, los hombres de Xavi Hernández no pasaron del empate en casa ante el equipo andaluz. Un 3-3 que volvió a evidenciar los problemas defensivos que tiene el conjunto culé, incapaz de imponerse a un equipo que llegaba al duelo ubicado en la penúltima plaza de la Liga y con unos registros muy pobres fuera de casa.

Joan Laporta ve insostenible la situación del Barça

Con este empate, el Barça se despide de las pocas oportunidades que tenía de engancharse a la Liga. Es cierto que todavía tiene la bala de la Champions League, pero el juego del equipo no invita al optimismo. La dimisión en diferido de Xavi Hernández tampoco parece haber servido para cambiar la dinámica, y la eliminatoria ante el Nápoles parece que estará muy igualada. Toda esta situación, como es lógico, tiene muy preocupado a un Joan Laporta que, tras el partido del pasado domingo, estalló.

Xavi Hernández y Joan Laporta en la Ciudad Deportiva Joan Gamper / Foto: Europa Press

Según ha informado Catalunya Radio, Joan Laporta hizo volar una bandeja de canapés en el antepalco del Estadio Lluís Companys después del final del partido. Además, justo después del pitido final del árbitro, se produjo una nueva reunión de la secretaría técnica para valorar el futuro del equipo. Durante minutos, antes de la rueda de prensa de Xavi Hernández, se especuló con una prematura salida del entrenador egarense, pero el de Terrassa seguirá en el cargo, al menos de momento.

Una victoria obligada en Nápoles

Por lo tanto, el escenario que se le presenta al Barça de aquí a final de temporada es muy preocupante. En el presupuesto que presentó el Barça a principio de temporada, se contaba con una clasificación a cuartos de final de la Champions League, que le daría al club barcelonés un ingreso vital para el futuro más inmediato del club. El Nápoles también llega en una situación delicada, pero conociendo el pasado del conjunto culé en Europa, todo podría pasar.

Xavi Hernández, dirigiendo un partido del Barça / Foto: EFE

Así pues, parece que la manera de salvar la temporada del Barça es intentar hacer un buen tramo final de temporada en la Champions. Centrar los esfuerzos en la máxima competición continental podría servir para acabar el año con un mejor sabor de boca, además de despedir a Xavi Hernández con un buen recuerdo. Eso sí, mucho tendrán que cambiar las cosas en las próximas semanas si se quiere ver a un equipo competitivo ante los rivales más exigentes del mundo.