En el FC Barcelona ha sentado muy mal el fichaje de Endrick por el Real Madrid. Joan Laporta creía que tenía al jugador atado después de la conversación telefónica que Xavi Hernández mantuvo con él, pero finalmente el acuerdo con el Palmeiras no ha acabado llegando y el jugador brasileño, tal y como ha informado el prestigioso periodista especializado en el mercado de fichajes, Fabrizio Romano, llegará al Real Madrid a partir de 2024 por 70 millones de euros, cuando tenga 18 años y Karim Benzema, con 36 años, ya no tenga contrato con el Real Madrid.
La respuesta del Barça llegará en forma de fichaje galáctico
2024. Ese es el año que Joan Laporta se ha puesto como límite para cerrar a la próxima estrella de su proyecto. Para ese momento, Robert Lewanowski tendrá 36 años y solo le quedará un año de contrato con el Barça; por este motivo, la secretaría técnica culé ya está empezando a trabajar en torno a dos nombres que son de los mejores jugadores de Europa y que, para esa fecha, ya estarán disponibles para firmar con otro equipo de acuerdo con el contrato que han firmado con sus respectivos clubes. Se trata de Erling Braut Haaland y Kylian Mbappé.
La situación contractual de ambos jugadores es favorable para pensar en un posible traspaso. Ahora bien, pese a ello, el FC Barcelona tendría que desembolsar una cifra de traspaso astronómica por cualquiera de los dos, ya que mientras que por el noruego tendrían que pagar una cláusula liberatoria, que se activa ese año, próxima a los 200 millones de euros, por el francés habría que pagar también una cifra parecida, pero no al Paris Saint-Germain, sino que al propio futbolista en forma de prima de fichaje.
Una operación que va a depender del saneamiento de las cuentas azulgranas
Como es lógico, el Barça solo podrá costear una de las dos operaciones. Joan Laporta y su área deportivo tendrán que decidir en los próximos meses a que superestrella echarle ojo para empezar los primos contractos con su entorno. Ahora bien, todo esto dependerá del estado de las cuentas del club. Es bien sabido que los últimos años a nivel financiero han sido nefastos para los azulgranas, pero Laporta confía en poder devolver la tranquilidad económica y empezar a hacer fichajes parecidos a los que hacía en su anterior etapa como presidente azulgrana.
A lo largo de los próximos meses, con la ya confirmada retirada de Gerard Piqué del club y las inminentes salidas de Sergio Busquets, Jordi Alba y Frenkie de Jong, este último más inprobable respecto a los capitanes, el Barça se ahorrará varias de las fichas más altas del club, que siguen teniendo contratos firmados por la anterior junta. Además, jugadores como Franck Kessie o Ousmane Dembélé, que no están convenciendo en este inicio de temporada, podrían ser utilizado para obtener una buena cifra de traspaso y ayudar a costear ese posible fichaje galáctico que tanto ilusionaría a la parroquia culé.