Esto de dirigir un club deportivo, muchas veces, va de tomar decisiones que pueden no ser muy agradables, y Joan Laporta lo sabe de primera mano. Hace cosa de un año y medio, el presidente del Barça optó por la más difícil de todas, que fue dejar marchar a Leo Messi, el mejor jugador de la historia, creyendo que a la larga era lo mejor para la maltrecha economía de la entidad. Obviamente, la salida del argentino no fue con un motivo deportivo, pues seguía siendo el mejor y no había otro jugador en la plantilla que pudiera disputarle la titularidad.
Jordi Alba, eclipsado por la irrupción de Alejandro Balde
Es por ello que cuando ahora se está dando un caso en la que prescindir de un jugador podría favorecer a las finanzas del club y además se está demostrando que deportivamente tenga un recambio muy evidente, a Laporta no le vaya a temblar el pulso. Ese sería el caso de Jordi Alba. El capitán blaugrana está teniendo una temporada de muchos altibajos. La empezó como claro suplente, pero con las bajas en defensa y su buen rendimiento, se volvió a ganar un sitio en el lateral izquierdo.
Su rendimiento sobre el terreno de juego ha sido muy bueno, y este curso ha dado ya cinco asistencias de gol, evidenciando que ofensivamente sigue siendo un recurso para desencallar muchos partidos. No obstante, el tiempo pasa y por detrás ha llegado una irrupción virulenta, en el buen sentido de la palabra, como la de Alejandro Balde. El lateral hispanodominicano ha sido un torbellino que ha arrasado con todo lo que se ha encontrado a su paso, y Xavi Hernández ha demostrado que si tiene a Balde, Aba y Marcos Alonso disponibles, su titular es Alejandro Balde.
Su salida ayudaría a la economía del Barça
Además, el fichaje de Marcos Alonso, que llegó a última hora del pasado verano desde el Chelsea, ha salido bien, y se ha ganado la renovación por una temporada más. Con todo este contexto, y siempre según la información publicada por madrid-barcelona.com, la salida de Alba del Barça se contempla como algo beneficioso para la economía barcelonista.
Alba no se quiere ir de su casa, pero tanto Joan Laporta como Mateu Alemany saben que deben reducir sí o sí la masa salarial de la plantilla para poder cumplir con lo que pide La Liga, y Alba, por muy bueno que sea, es prescindible. Su salida implicaría desprenderse de un contrato alto pero la posición seguiría bien cubierta con Balde y Marcos Alonso. Todas las piezas encajarían menos una, pues Alba tiene contrato hasta 2024 y no tiene ninguna intención de irse.