No se puede decir que al Barça le hayan ido bien las cosas esta temporada. El juego ha empeorado, los resultados no han sido suficientes y el rendimiento individual de los jugadores ha sido inferior al que se esperaba. Tan solo la irrupción de Lamine Yamal y Pau Cubarsí han puesto algo de color a un curso que ha tenido un tono gris.
Aun así, hay un miembro de la primera plantilla que, a pesar de todas las adversidades, ha conseguido dar un paso adelante respecto al año anterior. Este es Raphinha, que contra la Real Sociedad volvió a ser protagonista con un gol de penalti, después de haberlo intentado antes con varios disparos peligrosos desde la frontal, uno de los cuales dio en el palo.
Raphinha saca su mejor versión
El brasileño empezó la temporada con mal pie. En la primera jornada de Liga, contra el Getafe, fue expulsado por una absurda agresión sobre un rival intentando deshacerse de él. Parecía que su ausencia, junto a la aparición de Lamine, podrían complicar su presencia en el once. Aunque las lesiones tampoco le ayudaron a tener regularidad, con el final de su última lesión, en febrero, volvió a ser un fijo. Llegado el tramo decisivo del curso, se convirtió en uno de los líderes de la plantilla.
Fue autor del gol de la victoria contra Las Palmas, logró un histórico doblete contra el Paris Saint-Germain y marcó el gol que parecía sentenciar la eliminatoria contra los franceses, antes de que Ronald Araujo se cargase el partido con su expulsión. Más tarde, logró otras dos asistencias ante Girona y Real Madrid, antes de volver a ver puerta contra los txuri-urdin. Con el gol de ayer, llegó por segunda temporada consecutiva a los dobles dígitos en goles y asistencias, con 10 tantos y 12 pases de gol.
Laporta descarta su venta
Como toda la plantilla, el brasileño ha estado en el ojo del huracán. Su venta era una de las posibilidades que contemplaba Joan Laporta para equilibrar las cuentas del club, ante el buen cartel que tenía Raphinha en la Premier League. Xavi Hernández tenía asumido que, si llegaba una oferta de 40 millones de euros, el brasileño acabaría saliendo. Ahora, la situación ha cambiado.
Las buenas actuaciones del atacante han aumentado su valor. Si antes Laporta estaba dispuesto a negociar por cualquier propuesta que llegase, ahora no lo traspasará por una oferta que no supere los 60 millones de euros. Aunque no sea el extremo más desequilibrante, su capacidad para jugar en diferentes posiciones del ataque, su lucha y su aportación numérica lo convierten en un activo valioso. Raphinha sigue estando en la lista de posibles salidas, pero no se puede negar que ha bajado posiciones respecto a otros compañeros.