Ahora mismo, el regreso de Leo Messi al Barça se ha complicado enormemente. Pese a que las conversaciones avanzaban por buen ritmo, Joan Laporta ha decidido replantearse esta operación. Porque supondría un gran esfuerzo económico, y la situación financiera no permite hacer locuras. De hecho, una de las razones que explican la marcha de Mateu Alemany al finalizar el curso es su negativa a traer de vuelta al todavía jugador del Paris Saint-Germain.
Una decisión que le costó fuertes discusiones con el presidente y con Xavi Hernández. Pero en el Camp Nou podrían hacer caso al director general de la entidad, que acabará en el Aston Villa, y olvidarse del campeón del Mundial de Rusia, que está más lejos de España que nunca. Una muestra de ello es el hecho de que una de sus primeras peticiones no haya sido concedida, después de que Sergio Busquets anunciara oficialmente su salida en junio.
Tenía la posibilidad de firmar un nuevo contrato, pero rebajándose mucho el salario, una petición que no aceptó. De modo que pondrá fin a un ciclo, e iniciará una nueva aventura en otro país donde le paguen lo que pide. Queda libre en menos de 60 días, y en el combinado azulgrana han llegado a la conclusión de que lo mejor es separar los caminos que le unen con el centrocampista de Badia del Vallés, que ya no es un futbolista de élite.
Y lo mismo puede ocurrir con Jordi Alba. Pese a que Messi había obligado a Laporta a retener a los dos únicos amigos que dejó en el vestuario, en el Barça creen que lo mejor es desprenderse de ambos, y dejar espacio en la plantilla, y en especial, en la masa salarial, ya que eran de los mejores pagados del club. Con el dinero que se ahorrarán, podrán traer caras nuevas, y acabar de cerrar las renovaciones que tanto preocupan, como la de Alejandro Balde o la de Pablo Paéz ‘Gavi’, que sigue teniendo ficha del filial.
Han tomado una decisión inteligente pensando en el futuro de la institución, aunque esto suponga que se tengan que olvidar de Leo.
Messi, con pie y medio en Arabia Saudí
En estos momentos, la opción más probable para Messi es marcharse a Arabia Saudí, un país que visitó hace solamente unos días, sin permiso de Nasser Al-Khelaïfi, lo que le ha costado ser castigado durante dos semanas sin cobrar ni jugar ningún partido con el PSG.
Y se ha revelado que estaría negociando con el Al-Hilal, que le hace una propuesta irrechazable.