El FC Barcelona está decidido a reforzar su banda izquierda en el próximo mercado de fichajes, y uno de los nombres que más gusta en la dirección deportiva es el de Rafael Leão. El extremo portugués del AC Milan es una de las grandes figuras de la Serie A, y su potencia, desequilibrio y capacidad de asociación lo convierten en un perfil ideal para el proyecto de Hansi Flick.
Sin embargo, el Barça no está dispuesto a cometer excesos económicos. Según fuentes cercanas al club, Joan Laporta ha dejado claro a Jorge Mendes que el Barça no pagará más de 60 millones de euros por el delantero luso. Una postura firme que complica la operación, ya que el Milan no parece dispuesto a dejarlo salir por una cifra tan baja.
Leão, una apuesta complicada para el Barça
En lo que va de temporada, Leão ha disputado 26 partidos en la Serie A, anotando 6 goles y repartiendo 7 asistencias. Aunque no está firmando su mejor campaña en términos goleadores, sigue siendo un jugador determinante en el esquema de Sergio Conceiçao, con su capacidad para romper líneas y generar peligro en el último tercio del campo.
El problema para el Barça es que el Milan no tiene intención de venderlo por menos de 100 millones de euros, una cifra que está fuera del alcance del club catalán debido a sus restricciones financieras. A pesar de la excelente relación entre Laporta y Mendes, agente del jugador, el Barcelona no podrá competir con otros equipos económicamente más fuertes si entra en una puja.
¿Un fichaje imposible para el Barça?
El Barcelona sigue muy atento al mercado, pero Leão se presenta como una operación muy complicada. La única opción para el club azulgrana sería negociar una fórmula alternativa, como un pago fraccionado o la inclusión de algún jugador en la operación. Sin embargo, el Milan no parece dispuesto a aceptar condiciones que rebajen significativamente su tasación.
Si el Barça no logra convencer al Milan con su límite de 60 millones de euros, tendrá que buscar otras opciones para reforzar su ataque. Laporta ha sido claro con Mendes, y el club no se moverá de su posición, lo que deja la operación en un punto muerto por ahora.