Una de las grandes revelaciones en el Barça durante la presente temporada es Íñigo Martínez. Ha conseguido callar muchas bocas, y ha demostrado que sí que tiene el nivel necesario para formar parte de la plantilla, e incluso para ser titular indiscutible. Gracias a su contundencia, a su experiencia y a su facilidad para sacar la pelota controlada desde la defensa, se ha erigido como un pilar indispensable en las alineaciones de Hans-Dieter Flick, y está jugando prácticamente todos los minutos.
Y ha conseguido revertir la situación en la cual se encontraba este verano, después de que fuera colocado en la lista de transferibles. Su primer año en el Camp Nou no fue precisamente positivo, y aunque hubo un tramo en el cual dispuso de continuidad, acabó perdiendo la confianza de Xavi Hernández, y se vio eclipsado por la irrupción de Pau Cubarsí, que le apartó de la titularidad, y le relegó a un discreto segundo plano. Por esa razón, mucha gente esperaba su venta.
Joan Laporta y Deco estaban dispuestos a negociar todas las ofertas que recibieran, y esperaban hacer negocio con el internacional español, que había aterrizado a coste cero, con la carta de libertad bajo el brazo. Y entre los conjuntos que mostraron interés en reclutarle se encontraban el Valencia, el Villarreal, el Atlético de Madrid o el Betis, que podían pagar sin ningún tipo de problema los siete millones de euros que solicitaban como compensación.
Íñigo, por su parte, quería seguir, pero después de que en el Barça le advirtieran que no tenía espacio en los planes, asumió que lo mejor que podía hacer era buscar un nuevo reto. Aunque, al final, todo se derrumbó después de conocerse las graves lesiones que sufrieron Andreas Christensen y Ronald Araújo, que aún no han podido jugar esta campaña, y también las despedidas de Clément Lenglet y de Mikayil Faye, que dejaron a Flick sin alternativas para el eje de la retaguardia.
Martínez ha aprovechado la oportunidad, y se ha reivindicado por completo, completando una serie de actuaciones muy destacadas, y siendo una de las claves de los buenos registros defensivos que han logrado.
El futuro de Íñigo en el Barça sigue siendo una incógnita
Pero aún existen muchas dudas y escepticismo con el futuro de Íñigo, que puede estar lejos del Barça. Es una incógnita, al quedar libre el 30 de junio, si bien Laporta y Deco ya se están planteando ofrecerle la renovación hasta 2026.
Sin embargo, hay clubes que tratarán de reclutar al ex del Athletic Club de Bilbao y de la Real Sociedad, incluso, en el mes de enero.