Siguen apareciendo las dudas y las críticas con el estado de forma actual del Barça. Ahora mismo ni ganan ni convencen, y acumulan una racha preocupante de partidos sin vencer por más de un gol de diferencia, y sufriendo hasta el final. Una muestra de la poca superioridad que tienen con respecto a sus rivales, y que refleja las pobres sensaciones que están ofreciendo. Porque se muestran muy lejos de las expectativas que marcaron.
Ni son fluidos, ni ofensivos, ni mucho menos practican un fútbol alegre y vistoso. Y a la afición se le empieza a acabar la paciencia, pues llevan mucho tiempo esperando a que Xavi Hernández haga cambios, y encuentre el sistema ideal. En su tercera campaña desde que regresó al conjunto azulgrana, la segunda completa, todavía no ha sido capaz de encontrar la fórmula que convierta al equipo en un rival temible, en especial, en competiciones europeas.
Además, nunca hace autocrítica, y siempre busca excusas, como señaló Ilkay Gündogan después de que perdieran el primer Clásico de la temporada contra el Real Madrid, después de haber sido superiores durante prácticamente los 90 minutos, pero sin poder convertir las ocasiones que tuvieron en goles. Por muchas lesiones de piezas clave que se hayan producido, como las de Frenkie de Jong, Robert Lewandowski, Pedri González o Jules Koundé, esto no puede ser un argumento para protegerse.
Y el primero que está muy decepcionado con la labor del entrenador de Terrassa es Joan Laporta. Por mucho que lo niegue, y trate de defenderlo públicamente, tiene dudas sobre si es la persona ideal para dirigir al Barça. Se le nota falto de experiencia en algunos momentos, sobre todo en los partidos clave, y el riesgo de cerrar un año en blanco es real. Porque en La Liga EA Sports están a cuatro puntos del liderato, y en la Champions League no son colocados como candidatos.
Si esto sucede, Xavi podría ser despedido de forma fulminante, y ya hay un favorito en la agenda del presidente y de Deco para sucederle.
Míchel Sánchez, el elegido de Laporta
Porque el increíble trabajo que Míchel Sánchez ha realizado en el Girona no ha pasado desapercibido. Solamente han cedido un empate y una derrota esta campaña, ganando el resto de partidos, y con una autoridad increíble, demostrando su poderío ofensivo, son los máximos realizadores de la competición, y siendo valientes y atrevidos con el balón.
Aspira a ser el relevo de Xavi en el Barça, pues es el elegido por Laporta.