Joan Laporta no quita los ojos de su gran sueño: ver a Erling Haaland vestido de azulgrana. Para el presidente del FC Barcelona, la incorporación del delantero noruego no es solo un anhelo deportivo, sino también un golpe de efecto que devolvería al club al centro de los focos mediáticos y futbolísticos. Aunque parece una operación a largo plazo, Laporta ya tiene un plan definido y ha dado los primeros pasos para intentar que el fichaje sea una realidad en el futuro.
El próximo verano parece prácticamente imposible que Haaland deje el Manchester City, especialmente con Pep Guardiola dispuesto a hacer lo que sea necesario para retenerlo. Todo indica que el delantero renovará su contrato con el conjunto inglés, pero con una cláusula de salida que podría ser determinante. Según las informaciones, dicha cláusula rondaría los 100 millones de euros, una cifra elevada pero asumible para un Barça que espera mejorar su situación económica en los próximos años.
El plan de Laporta no pasa por fichar a Haaland de inmediato, sino por esperar al momento oportuno. Con Robert Lewandowski asegurado como la referencia ofensiva del equipo hasta 2025, el presidente planea dar el paso definitivo por el noruego en el verano de 2026. Para entonces, Haaland, que seguirá en una edad ideal para liderar cualquier proyecto, estaría listo para asumir el testigo de Lewandowski y convertirse en el nuevo referente del ataque azulgrana.
La relación entre Joan Laporta y Rafaela Pimienta, representante de Haaland, será clave en esta operación. Ambos mantienen un contacto fluido, y el presidente está convencido de que esa buena sintonía puede ser un factor decisivo para que el delantero noruego elija el Camp Nou como su próximo destino. Además, la idea de jugar en LaLiga y en un club con la tradición y la filosofía del Barça podría ser atractiva para un jugador que, tarde o temprano, buscará nuevos retos fuera de Inglaterra.
En el club azulgrana, son conscientes de que esta operación será complicada, pero también saben que fichar a Haaland marcaría un antes y un después. Su llegada no solo aseguraría goles y rendimiento deportivo, sino también un impacto mediático global que fortalecería la imagen del Barça en todo el mundo.
Por ahora, el objetivo inmediato es seguir trabajando en las bases económicas y deportivas del proyecto, mientras Joan Laporta continúa moviendo fichas para que, cuando llegue el momento, el fichaje de Erling Haaland sea algo más que un sueño. El presidente tiene claro que, si todo sale según lo previsto, el verano de 2026 será el del gran bombazo del Barça.