El futuro de Frenkie de Jong en el FC Barcelona parece estar más en el aire que nunca. El mediocampista neerlandés, que en su momento fue una de las apuestas más firmes del club por su talento y proyección, está viendo cómo su situación ha cambiado radicalmente. Bajo la dirección de Hansi Flick, De Jong no ha encontrado el protagonismo que esperaba, y su elevado salario lo convierte en uno de los principales candidatos a abandonar el equipo en el mercado de enero.

Hace apenas unos días, De Jong dejó entrever que no cerraría la puerta a una salida si las condiciones deportivas no eran las ideales. “La gente piensa que quiero quedarme en el Barcelona para siempre porque la vida fuera del fútbol es muy buena aquí, y es buena, pero sigue siendo menos importante lo que sucede en el campo. Si sintiera que no puedo contribuir lo suficiente, o si el equipo no puede competir, me iría”, afirmó el jugador. Estas declaraciones han encendido las alarmas en el club y entre los aficionados, y su posible marcha parece cada vez más cercana.

Uno de los destinos que más interés ha mostrado por De Jong es el Bayern de Múnich, ahora dirigido por Vincent Kompany. El equipo alemán busca reforzar su mediocampo, y el neerlandés encajaría perfectamente en su esquema. El interés del Bayern ha hecho que Deco, director deportivo del Barcelona, vea una oportunidad para cerrar una operación estratégica que podría beneficiar al conjunto azulgrana en varios sentidos.

Vitor Roque Frenkie de Jong Betis Barça / Foto: EFE
Vitor Roque Frenkie de Jong Betis Barça / Foto: EFE

El plan de Deco es utilizar a De Jong como moneda de cambio para negociar la llegada de Joshua Kimmich, quien termina contrato con el Bayern al final de la temporada y ya puede negociar su salida. Kimmich es un jugador que interesa mucho al Barcelona, no solo por su calidad técnica y su versatilidad, sino también porque encajaría perfectamente en el estilo de juego que el club quiere implementar.

Aunque la idea de un "cambio de cromos" parece atractiva para ambas partes, aún hay muchos detalles por resolver. Por un lado, el Bayern valora a De Jong como un jugador de primer nivel, pero también sabe que el neerlandés supone una inversión considerable por su salario. Por otro lado, Kimmich estaría dispuesto a cambiar de aires, pero querría garantías sobre el proyecto deportivo y la capacidad del Barcelona para inscribirlo sin problemas.

Con el mercado invernal ya aquí, los próximos días serán clave para definir el futuro de De Jong y concretar si este movimiento puede materializarse. Lo que está claro es que Deco no quiere dejar pasar esta oportunidad para reforzar al equipo, incluso si eso implica la salida de uno de los jugadores más emblemáticos de los últimos años.