Frenkie de Jong se ha convertido en una verdadera preocupación para el FC Barcelona. La situación del centrocampista neerlandés se complica a medida que pasan las semanas y su compromiso con el equipo parece tambalearse. De Jong ha sido una pieza clave para el club desde su llegada, pero últimamente ha mostrado un nivel que deja dudas, especialmente cuando se compara su rendimiento con el de compañeros como Marc Casadó o Pedri. Además, su aparente falta de implicación con el proyecto actual del equipo ha encendido las alarmas tanto en la directiva como en el cuerpo técnico.

El director deportivo, Deco, lleva tiempo buscando posibles destinos para De Jong en el próximo mercado de invierno. La necesidad de ajustar las finanzas del club y liberar masa salarial ha hecho que su salida se convierta en una prioridad, especialmente si el jugador no está completamente comprometido con el proyecto de Hansi Flick. Sin embargo, el mediocampista neerlandés parece tener otros planes y ha decidido rechazar dos ofertas que el club le había acercado para cambiar de aires en enero. Este movimiento ha puesto en un aprieto tanto a Flick como al presidente Joan Laporta, quienes ahora se enfrentan a un problema mayúsculo.

La postura de De Jong ha dejado claro que no facilitará su salida. Su contrato actual expira en 2026, lo que significa que podría seguir en el equipo otro año más, y, si decide esperar, podría marcharse gratis en ese momento. Esto sería un duro golpe para las arcas del Barcelona, que lleva años lidiando con dificultades financieras y ha estado intentando reducir su presupuesto salarial. Además, si De Jong no muestra el nivel esperado ni la motivación suficiente para luchar por su lugar, Flick se encontraría con un jugador que no solo no contribuye a nivel competitivo, sino que también consume una parte significativa del presupuesto.

Frenkie de Jong / Foto: Europa Press

La decisión de De Jong de rechazar propuestas ha hecho que el técnico alemán, que llegó con la intención de crear un equipo comprometido y competitivo, tenga que enfrentarse a un reto inesperado. En este contexto, mantener a un futbolista que no está alineado con la visión de juego del equipo podría generar tensiones en el vestuario, y Flick, quien ha demostrado ser un técnico directo en sus decisiones, podría verse obligado a tomar medidas drásticas. No obstante, dada la calidad indudable de De Jong, dejarlo fuera de los planes también sería una pérdida considerable.

Joan Laporta y Deco saben que deben actuar rápido. La situación de De Jong podría afectar tanto el rendimiento como la estabilidad económica del equipo. Aunque el centrocampista neerlandés tiene el derecho de cumplir su contrato, el club necesita jugadores comprometidos al 100% con el proyecto actual. A falta de soluciones, la directiva tendrá que seguir buscando una salida en el mercado invernal o confiar en que el jugador recupere la chispa y el compromiso que mostró al principio de su etapa en el Barcelona. Mientras tanto, la incertidumbre sobre el futuro de De Jong añade una presión adicional sobre el equipo en un momento clave de la temporada.