Frenkie De Jong está decidido a no ceder ni un milímetro respecto a su futuro en el Barça, a pesar de que su situación en el club es cada vez más delicada. El neerlandés, que llegó como una gran promesa y con un papel protagónico bajo otros entrenadores, ahora se encuentra en el punto de mira. Su rendimiento en los últimos meses no ha sido el esperado, y su elevado salario lo convierte en un problema añadido para una directiva que busca aligerar la masa salarial.

Desde el cuerpo técnico de Hansi Flick, las señales son claras: De Jong no encaja en el esquema que se quiere implementar. El entrenador alemán ha demostrado en sus alineaciones que prefiere a otros futbolistas en el centro del campo, como Pedri, Gavi, Casadó o Dani Olmo, quienes ofrecen mayor dinamismo y se ajustan mejor a la idea de juego. Sin embargo, el mensaje de De Jong ha sido contundente: no tiene ninguna intención de buscar una salida del club.

El neerlandés ha comunicado tanto a Deco como a Joan Laporta que su plan es cumplir el contrato que lo vincula al Barça hasta 2026. Argumenta que está cómodo viviendo en Barcelona y que no ve motivos para renunciar a su puesto, pese a no ser indispensable en los planes de Flick. Además, su alto salario, uno de los más elevados de la plantilla, le asegura una estabilidad que difícilmente encontraría en otro equipo en este momento.

Frenkie de Jong Barça Espanyol / Foto: Europa Press
Frenkie de Jong Barça Espanyol / Foto: Europa Press

Esta postura genera un conflicto evidente. Por un lado, Laporta y Deco necesitan liberar masa salarial para poder realizar incorporaciones en el mercado invernal. Por otro, mantener a un jugador que no cuenta con la plena confianza del entrenador representa un obstáculo en la planificación deportiva. A pesar de ello, De Jong no parece dispuesto a facilitar las cosas.

El caso de De Jong recuerda a otras situaciones similares vividas en el pasado con jugadores que, a pesar de no ser piezas clave, se aferran a sus contratos. En este caso, el neerlandés insiste en que está comprometido con el equipo y que luchará por recuperar un papel relevante, aunque sus actuaciones recientes no han convencido ni a la afición ni al cuerpo técnico.

La pelota ahora está en el tejado de Laporta, Deco y Flick, quienes deberán decidir si forzar una solución en enero o resignarse a convivir con un jugador cuyo futuro en el Barça parece más incierto que nunca. Lo único claro es que el caso de De Jong será uno de los temas más calientes de este invierno en Can Barça.