Esperando ver qué pasa con el voto de censura, Jordi Farré, principal promotor de la moción, ya ha anunciado que emprenderá acciones legales contra Josep Maria Bartomeu y su junta directiva si hay un aplazamiento de la moción. Así pues, sigue la guerra en can Barça con la pandemia del coronavirus de fondo.
"Un club como el Barça tendría que tener recursos suficientes para cumplir con los requisitos de la Generalitat y convocar la votación dentro de los plazos que marcan los Estatutos", afirma Farré en un comunicado. Y es que, según marcan las leyes del club, como muy tarde el próximo lunes la junta tiene que convocar a los socios a las urnas. En el caso de no hacerlo, Bartomeu y su junta ya saben que tendrán un problema más en los juzgados.
Incumplimiento de los Estatutos
Farré considera que "se trataría de un incumplimiento flagrante de los Estatutos del club, que marcan exactamente cuál tiene que ser el plazo máximo para poner las urnas: veinte días hábiles, a contar desde la notificación del requerimiento de la Mesa, con una antelación mínima de cinco días".
Y no entiende como ahora el club pide quince días más para aplicar las medidas que reclama el Govern con el fin de llevar a cabo la votación. "Un club como el Barça tendría que tener los recursos suficientes para cumplir con los protocolos sanitarios requeridos por la Generalitat de Catalunya y ponerlos en marcha el día 1 de noviembre", añade. Y asimismo lo defendió la Generalitat en la última reunión con el Barça.
Bartomeu se quiere aferrar la silla
Farré cree que las últimas declaraciones del vicepresidente Jordi Cardoner, pidiendo una prórroga de dos semanas más para celebrar el referéndum, "no se pueden interpretar de otra manera que una nueva estrategia de la actual Junta Directiva para seguir alargando este proceso y aferrarse al cargo".