El gran rival de Jorge Martín durante este GP Solidario de Barcelona no era Pecco Bagnaia, sino la presión. El de Pramac, una vez ya cantado el alirón, ha explicado que "el año pasado no fui campeón seguramente porque no estaba preparado" y ha reconocido que "este año he mejorado mucho a nivel mental".
Las matemáticas copaban todas las portadas en la previa a la sprint y a la carrera larga, y es que en el de San Sebastián de los Reyes llegaba a Montmeló con todo de cara para salir campeón, pero con la peligrosidad de sucumbir a la presión. Finalmente, después de una plácida carrera en la que ha sido tercero, ha escrito su nombre en piedra en la historia de MotoGP. Lo ha hecho tras unos últimos giros que han sido una auténtica montaña rusa de emociones para él, y es que, tal como ha reconocido al bajarse de la moto, un montón de pensamientos y de recuerdos le han invadido para darse cuenta de cómo ha sido de difícil para él llegar hasta el Olimpo del motor a dos ruedas.
Jorge Martín y una afición de sufridores en el box de Pramac
Su padre Ángel, su madre Susana, su abuela Júlia y su novia María son cuatro de los sufridores y sufridoras que tiene detrás Jorge Martín en el box de Pramac. Como no podría ser de otra manera, este domingo han salido más en antena que nunca. Mordiéndose las uñas, llorando y tapándose la cara, han sido un manojo de nervios hasta que la bandera a cuadros les ha aliviado tanto a ellos, como al resto del equipo, como al propio Martín.
Y es que el futuro piloto de Aprilia tenía claro que entrar en cualquier tipo de riesgo podía costarle su peso en oro, pero, a pesar de mantener la cabeza fría durante todo el fin de semana, ha reconocido que las vueltas finales se le han hecho muy difíciles: "He visto en una pantalla a mi familia y me han venido en la cabeza los macarrones de mi madre en los kartings, los madrugones con mi padre y las horas extras, mi abuelo, que está en el cielo..."
El madrileño quería aislarse de cualquier tipo de estímulo externo, pero ha revelado que ha roto a llorar durante las últimas vueltas y que "en el parque cerrado he acabado de sacarlo todo". El nuevo '1' de la parrilla ha explicado que "no quería mirar cuántas vueltas quedaban", recalcando que "ni siquiera podía pilotar, he empezado a llorar".
Emoción desmedida con familia, amigos y pareja, entre ellos, Aleix Espargaró
Jorge Martín se ha autoproclamado en shock y todo apunta a que los que le rodean y le quieren también siguen así a horas de la bandera a cuadros. La emoción desmedida de todos ellos por el Mundial del '89' se ha mezclado con otra historia paralela que también encontraba su punto y final este domingo. Aleix Espargaró cerraba su carrera en el que catalogaba como "mi lugar favorito del mundo" y lo hacía celebrando, no solo una carrera para el recuerdo, sino el Mundial de un gran amigo suyo como lo es Jorge Martín.
Ambos han dejado una de las imágenes del fin de semana, con la moto a 0, en paralelo y felicitándose mutuamente, bajo una atronadora ovación. Un momento único que se suma al álbum de fotos de un fin de semana apasionante que baja el telón de la temporada 2024 de MotoGP.