No hay ningún culé que haya vivido los casi 121 años desde la fundación del Barça y que nos pueda valorar cómo han actuado todos los dirigentes que han presidido la entidad. Pero muchos de los actuales socios estarán en gran parte de acuerdo que Josep Maria Bartomeu tiene muchos números de ser considerado como uno de los peores presidentes de la historia del Barça.
Responsable del baloncesto
Aterrizó en el Barça en el año 2003 como responsable de la sección de baloncesto de la candidatura encabezada por Joan Laporta. Bartomeu, uno más del equipo, duró hasta el 2005 en su cargo, relevado poco tiempo antes de dimitir junto con Sandro Rosell, Javier Faus, Jordi Moix y Jordi Monés, que más tarde se convertirían en compañeros de viaje.
Bartomeu, la mano derecha de Rosell desde su primera huida del club ahora hace 15 años, ya se posicionó a favor de hacer efectiva la moción de censura del año 2008 contra Laporta. Pero no prosperó y hasta el año 2010 no pudo volver al club.
De Rosell al triplete
Eso sí, cuando Sandro Rosell arrasó en las elecciones del 2010, Bartomeu se convirtió en vicepresidente del Barça. Y entonces empezó su periplo relacionado con actuaciones judiciales. Cuando llegaron en el 2010 iniciaron la acción de responsabilidad contra Laporta y su junta —que finalmente la justicia le dio la razón al abogado—.
En el 2014, con la dimisión de Rosell, se convirtió en el presidente interino durante casi un año y medio, cuando al grito de "Triplete y tridente" se impuso en las urnas el 18 de julio del 2015 para convertirse en el 40º presidente del Barça. Y así hasta este 2020.
El Barça, condenado
Pero más allá de su perfil de los cargos desempeñados, durante su mandato es cuando ha coincidido la peor época (a nivel institucional) de la historia del Barça. En 2015, Bartomeu, Rosell y el Barça fueron acusados por la Fiscalía de varios delitos fiscales y societarios en la contratación de Neymar. Un caso que se resolvió con un pacto que exoneraba a Rosell y a él mismo de cualquier culpa, pero, por el contrario, imputaba al club como responsable de un doble delito fiscal. Eso no fue todo, porque todavía está abierto el caso Neymar 2, por una denuncia del fondo brasileño DIS por estafa y corrupción en la contratación de Neymar.
En 2017 fue protagonista del episodio del partido del 1 de octubre a puerta cerrada, pero es que este 2020 ha acabado la coronación. El coronavirus ha trastocado los planes de Bartomeu, provocando pérdidas de casi 100 millones al club en el ejercicio de la temporada pasada. Y antes surgió el caso I3 Ventures, también denominado Barçagate, por difamar jugadores, exjugadores y personalidades del entorno Barça y políticos.
A pesar de quererse lavar las manos, Bartomeu se vio señalado y ya perdió el poco crédito que le quedaba ante los socios. El enésimo ridículo del equipo de fútbol en la Champions League y la petición de Leo Messi de dejar el club este verano, las gotas que han hecho colmar el vaso.
Su camino ha acabado con 20.731 firmas de socios que lo obligaban a convocar un referéndum de una moción de censura que ya nunca se celebrará. Dimisión de Bartomeu y su junta este 27 de octubre de 2020. Del "Més que un club" ya queda muy poco.