Siempre que tenemos que hablar de fútbol nos focalizamos en los jugadores, y casi siempre obviamos que hay muchísimas personas que forman parte de un club. En el Girona FC, actualmente, Josep Maria Luis 'Jota' es el encargado de material, una persona imprescindible y muy amada dentro del conjunto gerundense que las ha visto de todos los colores. "La gente del club me aprecia mucho y me da mucho de cariño, estamos en una categoría muy bonita y me gusta mucho el ambiente que se respira. Si dejara este trabajo, seguro que lo echaría de menos", asegura Jota a sus 66 años, en declaraciones a ElNacional.cat.
Cuando se ofreció para ser el utillero del primer equipo, el Girona se encontraba en tercera división. Ahora, después de hacer historia, los gerundenses compiten en la máxima categoría del fútbol español y juegan contra Barça, Real Madrid o Espanyol. Desde entonces, todo ha cambiado mucho. Antes, como instalaciones, "solo teníamos el estadio de Montilivi, y a veces entrenábamos en otros campos de la zona como en Palafrugell", recuerda Jota, que "cargaba todo el material en su coche, antes de que tuviéramos una furgoneta, para los desplazamientos."
Desde que el Girona consiguió el ascenso a primera división, el año 2017, Jota se dedica exclusivamente a hacer de encargado de material. "Casi todo el material lo tengo en un despacho del campo de La Vinya (el centro de entrenamiento del club), pero como no hay mucho espacio, por ejemplo, la ropa de jugar los partidos la guardo en los vestuarios de Montilivi", explica. A pesar de la diferencia de categorías y la profesionalización del club, su trabajo todavía es más importante: "Antes no tenía ayudante y lo hacía todo yo sol, pero ahora sí. En los últimos años tenemos mucho más trabajo, más ropa por lavar. El equipo entrena cada día y no tienes muchos días de fiesta".
Girona puedes estar tranquilo: Jota lo tiene todo controlado
"¡Cuanto antes preparemos toda la ropa mejor!", apunta Josep Maria Luis, quien controla que a los futbolistas no les falte nada, que todo el mundo tenga la equipación y las botas para poder jugar el partido. Y explica una curiosidad que muchas veces no tenemos en cuenta: "Cuando los jugadores se intercambian las camisetas tenemos que estar al caso, mirar cuáles nos faltan para crearlas de nuevo. Y repasar que los números y dorsales estén correctamente". Con respecto a las botas, es un mundo totalmente diferente. "Algunos jugadores tienen contratos con marcas, como Puma o Adidas, y nos envían unas nuevas botas cada tres meses o así". Jota también remarca que, incluso, algunos futbolistas marcan con una "P" (partido) para que él sepa cuáles son las botas de entrenamiento o las de jugar en el fin de semana.
Y ser utillero de un club de fútbol profesional, aunque tengas algún ayudante, es un trabajo de mucha responsabilidad. ¡No te puedes dejar nada! Y Jota lo tiene todo controlado. No se olvida nunca nada, el Girona puede estar tranquilo. Pero tiene una maldición con La Romareda: "las dos únicas veces que me he dejado alguna cosa fue cuando teníamos que jugar en el campo de la Zaragoza", dice sonriente, y continúa: "¡las dos veces me olvidé las camisetas de los porteros, cogimos las de calentamiento!" Pero lo pudieron solucionar, enmarcando el nombre y dorsal en la tienda del conjunto aragonés.
ES DE PRIMERA!! GERONA ES DE PRIMERA!! ���� La celebración del ascenso desde dentro del vestuario. #HISTÒR1A pic.twitter.com/LWf4M3MEBU
— Girona FC (@GironaFC) June 4, 2017
Josep Maria Luis "Jota" es historia del Girona
4 de junio del 2017. El Girona empata a 0 contra el Zaragoza y sube a la primera división por primera vez en su historia, después de estar a tocar en dos ocasiones. Sin embargo, el ascenso del año pasado en el campo del Tenerife, todavía es más importante para Jota: "No hay nada como un ascenso en primera. En medio de la temporada pasada parecía que no lo podíamos conseguir. Cuando teníamos que jugar contra los canarios, dentro mío, pensaba que ya estábamos en primera", admite Jota, que era muy optimista.
Desgraciadamente, la relación entre encargados de material se pierde cuando llegas a la máxima categoría española. "En el día de partido solo coincides un momento, casi no charlas con ellos, solo si necesitan alguna cosa. Antes tenías mucha relación con ellos, venían por la mañana a montarlo todo, en primera es diferente, hay más seguridad y no puedes entrar en el estadio hasta una hora y media antes aproximadamente", lamenta Jota.
El Girona, entre los mejores: una referencia en Catalunya
Hace 20 años que Jota es el encargado de material del Girona. Era delegado del equipo de su hijo cuando le llegó esta oportunidad. Y sigue formando parte del día a día de un equipo, ya profesional, que compite entre los mejores. De hecho, este sábado en Montilivi los gerundenses recibirán la visita de, ni más ni menos que el Barça. "No puedo hablar mal de nadie, todo el mundo me ha tratado siempre muy bien", asegura. Ahora, el entrenador del Girona es Míchel Sánchez, "un enfermo del fútbol, una persona muy abierta y un ejemplo a seguir. Está muy integrado, está aprendiendo catalán".
Jota está presente siempre en todos los desplazamientos y partidos que juega en casa el Girona, siempre sentándose en el banquillo, por si hay algún contratiempo. Y forma parte, evidentemente, del día a día del club. Los gerundenses se encuentran en la media tabla de la clasificación y recibirán la visita del Barça después de una polémica derrota en el campo del Villarreal. "Siempre se nota mucho la dinámica que lleva el equipo dentro del vestuario. En el autocar de vuelta después del duelo en Villarreal, parecía un cementerio. Cuando ganas siempre hay mucha música y se hacen bromas", añade.
Y tantos años dentro del club te permite ver crecer a muchos futbolistas. Jota guarda un gran recuerdo de Àlex Granell, o Pere Pons: "Hace muchos años que conozco a Àlex, desde que tiene 5 o 6 años, porque es un año mayor que mi hijo. Además, como los juveniles siempre venían a entrenar con el primer equipo, desde muy joven también conozco a Pere". El actual utillero del Girona, que está viviendo en Pals, sigue los partidos del club desde los 7 años, aunque "antes seguía el fútbol base, pero desde que tengo este cargo no puedo hacerlo". Pasan los años y Jota sigue haciendo el grito para motivar a los futbolistas antes de cada partido, "porque nadie decía nada y decidí ser el encargado de hacerlo cuando el equipo todavía estaba en segunda B". Dos décadas en el club son muchas, pero Jota es un emblema del club y nadie le sacará las ganas de hacer lo que más le gusta.