Del 24 de agosto al 5 de septiembre se celebra la 15ª edición de los Juegos Paralímpicos de Verano. Tokio 2020 toma el relevo de Río 2016 y en la capital nipona habrá la presencia de 23 deportistas catalanes y de dos guías.
La representación más numerosa está en natación, con seis deportistas, muchos de ellos con opciones más que factibles de medalla. Cinco competirán en atletismo, dónde también estarán los dos guías.
A continuación tenéis disponible la lista con los diez deportistas catalanes que pueden destacar y mucho en los Juegos de Tokio.
Nacido en Reus hace 27 años, el atleta es una de las opciones más factibles de medalla, y más después de brillar de la forma que lo hizo en Río 2016. Antes, sin embargo, había hecho su debut, con 18 años, en Londres 2012, donde consiguió un cuarto lugar en la clase T12, de atletas con discapacidad visual. Su retinosis pigmentaria fue degenerando y poco después empezó a competir en la T11, la clase reservada a los atletas ciegos totales, acompañado de un guía.
En Río 2016 se proclamó campeón paralímpico de 400 metros y el 2017 y 2018 completó la triple corona con sus oros en el Mundial de Londres y el Europeo de Berlín. En Tokio correrá al lado de su guía, Guillermo Rojo, preparador físico de astronautas y que ha trabajado en el Agencia Espacial Europea.
Marquès, natural de Castellví de Rosanes, un pequeño municipio del Baix Llobregat limítrofe con Martorell, fue la deportista revelación en los Juegos Paralímpicos de Río 2016 donde, con sólo 16 años, se colgó una medalla de oro en 400 metros libre S9 y otra de plata en 100 espalda S9.
La nadadora, nacida con una discapacidad física en la pierna izquierda, siguió su progresión en el Mundial de México 2017 como la mejor deportista española, con tres oros y un bronce, y en el Europeo de Dublín 2018, en el cual añadió a su colección siete medallas antes de volver a coronarse campeona del Mundo en Londres 2019.
La deportista catalana, que compagina el deporte con sus estudios de fisioterapia, tiene en su poder los récords de España en las categorías de 50, 100 y 200 espalda.
El combinado nacional que dirige Jesús Bargueiras consiguió la clasificación después de proclamarse campeón de Europa en 2019, demostrando que sigue en la élite mundial del fútbol para ciegos, ya que desde Atenas 2004, donde consiguió el bronce, ha estado en todas las citas paralímpicas.
Y en buena parte es gracias al gran rendimiento de Youssef el Haddaoui. Nacido en Marruecos pero reusense de adopción, marcó dos de los goles de la final del campeonato de Europa contra Francia. En Tokio tiene que ser uno de los referentes del equipo español en su lucha por las medallas y sumar así una segunda, después del bronce en Londres 2012. Comparte selección con otro futbolista catalán, Francisco Javier Muñoz Pérez.
La nadadora de Terrassa nació sin una parte del brazo izquierdo, pero a los tres años saltó a una piscina y ya no ha vuelto a salir. Con 16 años debutó en unos Juegos Paralímpicos, en Pekín 2008, donde ganó una plata en 100m braza. En Londres 2012 ganó dos metales más, una plata en 100m mariposa y un bronce en los 100m libre.
En Río 2016 no fue menos, y sumó tres platas más a la colección. Estas seis medallas paralímpicas, sumadas a las 17 medallas en campeonatos del mundo y a las 36 en los europeos, hacen un palmarés increíble. En Tokio 2020, con 28 años, busca la guinda del pastel, el oro paralímpico.
El de Terrassa es uno de los referentes de la selección masculina de baloncesto en silla de ruedas, una de las favoritas en la medalla de oro. El combinado que dirige Oscar Trigo cayó en la final contra los Estados Unidos en Río y ahora viajan a la capital japonesa con un único objetivo en mente: ser campeones paralímpics.
Nueve de los 12 finalistas repiten cita olímpica, con sólo tres novedades, entre ellos el también catalán Oscar Onrubia. Volviendo a Ruiz, el egarense ha hecho la mayor parte de su carrera en Italia, dónde ha ganado cinco ligas. Esta temporada ha jugado en el Bidaideak Bilbao BSR, donde ha conquistado su primera liga española.
Y una mención especial para la selección femenina, que hace su debut en unos Juegos. Participará la jugadora del Joventut de Badalona, Judith Núñez.
El sabadellense llega a Tokio con el cartel de campeón paralímpico. En Río, subió al peldaño más alto del podio en los 100m braza SB8, y tiene el objetivo marcado de revalidar el título. También tiene medallas de oro en campeonatos mundiales y europeos. En Río tenía 18 años y ahora, cinco años más tarde, llega en un punto de madurez física y personal óptima.
Nació sin una parte del brazo derecho, y ha encontrado en la piscina su hábitat natural. Es habitual verlo competir contra deportistas sin discapacidad, y es que cualquier reto le es bienvenido desde que con dos años sus padres lo lanzaron al agua en el CN Sabadell. Le negaron la oportunidad de jugar a waterpolo porque el que era el entrenador no se vio preparado para entrenarlo, y todo eso lo ha convertido en el nadador que es hoy.
El maratón femenino debutó en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, y la primera campeona de la historia fue la atleta de Castelldefels. Antes, en Londres 2012 ganó el bronce en los 1500m, pero se ha demostrado que la distancia del maratón le va como anillo al dedo.
En Río consiguió el oro de la forma más difícil, sin guía, ya que no se había adaptado al calor y la humedad y no pudo competir. Congost, que sufre una deficiencia visual, cruzó la meta sola, eufórica y exhausta a partes iguales, y allí la esperaba su entrenador y pareja.
Tiene en su poder varios récords mundiales, y muchos lo marcan como favorito en la medalla de oro en alguna de las competiciones que disputará. Nadará en los 100m libres, los 50m espalda y los 100m braza, una de las pruebas en que tiene el récord mundial.
Propietario también de una clínica de fisioterapia en Vilafranca del Penedés con su mujer, que es podóloga, Ponce sobresale dentro y fuera del agua.
La barcelonesa, de 51 años, ha cambiado la bicicleta por el remo. En los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 se colgó la plata con Mayalen Noriega en la disciplina de ciclismo tándem. Ahora ha pasado al agua, y estará en Tokio formando parte de la embarcación española de cuatro sin timonel, una modalidad de remo.
Pepi Benítez, que sufre una deficiencia visual, competirá con el extremeño Enrique Floriano, el vasco Jorge Pineda y la asturiana Verónica Rodríguez.
A sus 44 años, este nadador de Granollers participará en Tokio en sus sextos Juegos Paralímpicos. En cada una de las cinco ediciones en que ha competido ha vuelto a casa con medalla, de Sydney 2000 a Río 2016.
En la ciudad australiana ganó un oro, en Atenas 2004 también ganó un oro, además de un bronce, en Pekín 2008 sumó un nuevo bronce y en Londres 2012 y en Río 2016 ganó dos platas. Ahora, en Tokio, lo tiene claro: no quiere romper la racha y quiere volver con un metal colgado al cuello.