El Barça afronta una semana decisiva lleno de dudas. Después de perder en Milán tras una mala actuación que quedó eclipsada por los errores arbitrales, el Barça certificó este domingo su mal momento, tras ganar milagrosamente al Celta (1-0), pero dejando una imagen paupérrima. "Hemos sufrido, especialmente en la segunda parte. Hay que ganar estos partidos para pelear por la Liga", afirmó después del enfrentamiento Frenkie de Jong, que aprovechó la ocasión para lanzar un dardo con múltiples lecturas. "Tenemos que mejorar mucho en el juego”.
Y es que De Jong ya sabe que es suplente para Xavi Hernández. El entrenador confía en un centro del campo ocupado por Busquets, Pedri y Gavi, lo que deja al neerlandés en el banquillo. Xavi, eso sí, nunca duda de darle entrada en las segundas mitades, para dar descansos y aumentar la presencia de jugadores en el centro del campo, en el pivote defensivo o en el interior.
Suplente para Xavi Hernández
Frenkie de Jong sigue siendo jugador del Barça por su insistencia. Durante todo el verano, el club hizo todo lo posible para que se fuera traspasado al Manchester United o al Chelsea. Ambos equipos llegaron a ofrecer 85 millones de euros por él, pero De Jong se negó. Su salida aligeraba la masa salarial y permitía el fichaje de Bernardo Silva, el gran objetivo de Xavi Hernández para reforzar el centro del campo.
A pesar de saber que sería suplente para Xavi, un riesgo enorme teniendo en cuenta que es año de Mundial, De Jong no titubeó y se quedó en el Barça, desatendiendo los consejos del club y la llamada desesperada de Ten Hag para que se fuera con él a Manchester.
De Jong, ¿sorpresa en el Bernabéu?
Una de las preocupaciones que surgieron viendo el Barça-Celta de Liga fue la constancia de que el equipo blaugrana no está bien físicamente. Las lesiones en el eje defensivo no ha permitido que Xavi haya hecho rotaciones, además de que el esfuerzo en Milán fue grande. Se prevé difícil que en solo 4 días los mismos jugadores puedan ser titulares contra el Inter de Milán y el Real Madrid, por lo que Xavi tendrá que hacer alguna rotación. Contra el Inter se espera un partido espeso, pues los italianos se encerrarán atrás. Xavi, pues, jugará con un 4-3-3 y con los extremos muy abiertos, para hacer grande el campo y aumentar los pasillos interiores.
En el Santiago Bernabéu, sin embargo, Xavi podría variar el esquema y pasar a un 4-4-2, añadiendo piernas en el centro del campo. Es aquí donde aparecería Frenkie de Jong, junto a Busquets. En este caso, la delantera la formarían Lewandowski como referencia y Dembélé para abrir el campo y lanzar los contraataques.