El FC Barcelona logró una trabajada victoria ante el Mallorca por 1-0, en un partido marcado por las rotaciones que introdujo Hansi Flick en el once inicial. Con la mente puesta en los compromisos clave que se avecinan en la Copa del Rey y la Champions League, el técnico alemán dio minutos a varios futbolistas que habitualmente no son titulares. Entre ellos, Ansu Fati y Héctor Fort, dos jugadores que recientemente habían mostrado su descontento por su falta de protagonismo.
Ambos fueron titulares y completaron un partido correcto, pero esta decisión técnica no sentó nada bien a Pablo Torre. El centrocampista cántabro, que lleva tiempo luchando por ganarse un hueco en el primer equipo, volvió a quedarse en el banquillo durante todo el encuentro. A pesar de que ha demostrado buen nivel en las pocas oportunidades que ha tenido, no cuenta con la confianza de Flick, al menos por ahora.

El silencio que no juega a su favor
Desde el entorno de Pablo Torre, la sensación es clara: el jugador siente que si no protesta, no juega. Mientras Ansu Fati y Héctor Fort fueron titulares tras expresar públicamente o con gestos su descontento, el cántabro ha optado siempre por mantener un perfil bajo. No ha alzado la voz ni dentro ni fuera del vestuario, y ha seguido trabajando con profesionalismo, esperando su oportunidad.
Sin embargo, esa actitud no está teniendo recompensa. El mensaje que se interpreta es que Flick ha premiado a quienes han protestado por no jugar, algo que ha generado cierta frustración en el entorno del joven futbolista.
Un rendimiento que merece más
Cada vez que Pablo Torre ha tenido minutos, ha dejado muestras de su talento. Técnicamente dotado, con buena visión de juego y capacidad para romper líneas desde el centro del campo, ha sido un revulsivo en varios partidos. Aun así, su papel ha sido testimonial durante esta temporada, y su situación comienza a generar dudas de cara al futuro.
No es la primera vez que Pablo se ve en una encrucijada. La temporada pasada ya vivió una cesión en el Girona para tener continuidad, y aunque el club valora su potencial, la competencia en la medular del Barça es feroz, con nombres como De Jong, Pedri, Gavi, Fermín o Dani Olmo, que ha vuelto con fuerza tras su lesión.

¿Un verano movido?
La falta de minutos empieza a pesar en la cabeza del jugador. Aunque no ha tomado ninguna decisión, su futuro en el Barça podría estar en el aire si no cambia su situación en las próximas semanas. Una nueva cesión o incluso una salida definitiva no están descartadas, especialmente si el club necesita hacer caja o aligerar plantilla para cumplir con el ‘fair play’ financiero.
Por ahora, Pablo Torre seguirá trabajando en silencio, pero la sensación de agravio comparativo está ahí. En un vestuario donde las decisiones técnicas se analizan con lupa, la titularidad de jugadores que se han quejado públicamente mientras otros siguen sin minutos, empieza a generar malestar.
Flick tiene ante sí el reto de gestionar un vestuario joven, talentoso y con muchas ganas de jugar. Y lo que ocurrió ante el Mallorca ha dejado una señal que no todos han entendido del mismo modo.