Una vez el Real Madrid supo que Kylian Mbappé les había traicionado para renovar con el París Saint-Germain, Carlo Ancelotti insistió en fichar a un delantero centro que permitiera darle descansos a Karim Benzema. Florentino Pérez, reacio a repetir un nuevo caso Luka Jovic, lo intentó con Gabriel Jesús, pero el brasileño se acabó yendo al Arsenal por la imposibilidad del Real Madrid a fichar más jugadores extracomunitarios, mientras que se negó a mover ficha por Werner, Dzeko o Cavani, delanteros que no cumplían los requisitos que buscaba el club blanco.

Hubo otro nombre, en cambio, que el Real Madrid sí contempló, el de Álvaro Morata, pero en esta ocasión el que negó la posibilidad de fichar al delantero fue Carlo Ancelotti, que considera que el actual atacante del Atlético de Madrid no cumple con el perfil que él buscaba para reforzar la delantera blanca.

Morata, en un partido del Atlético de Madrid / Foto: Europa Press

Morata se ofreció al Real Madrid

Álvaro Morata quería fichar por la Juventus, club en el que había jugado cedido por el Atlético de Madrid y donde tenía la confianza de Massimiliano Allegri. El gran problema es que el club italiano quería repetir la cesión, mientras que el Atlético pretendía traspasarlo. Ante esta situación, y con la dificultad del equipo de Simeone de fichar otro delantero, el técnico argentino aceptó quedarse al madrileño, sobre todo cuando fue informado de que no podría alinear todo lo querría a Antonie Griezmann, para evitar el pago de 40 millones de euros al Barça.

Fue en ese momento cuando personas del entorno de Morata plantearon su retorno al Real Madrid. El delantero tiene clavada la espina de no haber podido triunfar en el Santiago Bernabéu, por lo que estaba encantado con la idea de poder vestir de blanco de nuevo. Además, podría vivir en Madrid, el principal motivo que le ataba al Atlético de Madrid.

Álvaro Morata, en su etapa en la Juventus / Europa Press

Ancelotti no quiso a Morata

El Real Madrid estaba dispuesto a pagar 25 millones de euros por Morata, que termina contrato el 30 de junio del 2024, mientras que el Atlético de Madrid tendría que haber aceptado la negociación, pues necesitaba dinero para fichar a otro delantero. Todo se vino abajo cuando Ancelotti le comunicó a Florentino Pérez que prefería otro delantero antes que a Morata, al que no le veía nivel para suplir a Benzema.

Ante esta situación, el Real Madrid le cerró la puerta a Morata y, acto seguido, decidió que no iba a fichar a ningún otro delantero centro, a la espera que en un futuro pueda optar al fichaje de algún delantero de nivel, con Nkunku entre los favoritos. Posiblemente, era el último tren de Morata para volver al Real Madrid, un sueño que Ancelotti rompió para siempre.