El regreso de Leo Messi al Barça es una opción de la que se ha hablado muy seriamente, y que parecía imposible hasta hace poco. Pero el bajo rendimiento que ha ofrecido en las filas del Paris Saint-Germain, sumado a la mala adaptación que ha tenido a Francia, provoca que ya no sea ninguna utopía. Tanto el astro argentino como su familia echan mucho de menos su vida en España, y ahora sí estaría dispuesto a hacer un esfuerzo económico.
El problema es que tiene contrato hasta 2023, y Nasser Al-Khelaïfi ha reiterado que no se plantean separar sus caminos apenas 12 meses después de su llegada. De manera que el siete veces ganador del Balón de Oro deberá de esperar otro año más para poder abandonar el Parque de los Príncipes. Y Joan Laporta está dispuesto a tener paciencia para poder anunciar la vuelta del hijo pródigo al Camp Nou, que sería una gran alegría para la afición.
También para Xavi Hernández, que es partidario de que traigan a su antiguo compañero para que pueda cumplir su sueño, y retirarse con la camiseta azulgrana. Pero no todos estarían tan contentos, ya que una buena parte de la plantilla es partidaria de olvidarse de él. Por ejemplo, Anssumane Fati, que sabe que el regreso de Messi provocaría que perdiera el dorsal ‘10’ que actualmente luce. Y también le restaría bastante protagonismo, ya que dejaría de ser la estrella del equipo.
Además, no hay que olvidar que acabó peleado con Leo, después de que despidiera a su padre, Jorge, quien era su representante, para marcharse con Jorge Mendes. Otro que no se puede ni ver con el delantero de 34 años es Gerard Piqué, aunque en el pasado eran amigos íntimos. Una relación que se comenzó a torcer por culpa de la mala relación que tienen sus mujeres, Antonella Rocuzzo y Shakira, y que llegó a su clímax el pasado verano, cuando se marchó al PSG.
Porque el campeón de un Mundial y una Eurocopa afirmó que era lo mejor para el Barça, debido a la crisis económica que atraviesan. Y no se despidió de él, ni estuvo invitado a la cena de despedida.
Marc-André ter Stegen también se opone
Para finalizar, nos encontramos con un Marc-André ter Stegen que era el principal enemigo de Messi en el vestuario culé. Todo comenzó con una discusión en un entrenamiento que fue a más, y que acabó con varios jugadores teniendo que intervenir. Desde entonces, no se volvieron a dirigir la palabra.
Es más, se llegó a especular que, en caso de que Leo hubiera seguido en el Barça, el guardameta alemán tendría que haber hecho las maletas.
No podían seguir conviviendo.