Los jugadores de la NBA han decidido este jueves poner fin al boicot a la liga profesional que iniciaron para protestar contra la brutalidad policial en Estados Unidos y continuar con las eliminatorias por el título. Así que la normalidad ha vuelto a la burbuja de Orlando después de los boicots que los mismos jugadores a los partidos programados para este miércoles y jueves.
Por lo tanto se espera que la competición se reanude el viernes, de cara a cumplir con los compromisos adquiridos con las cadenas de televisión, que no pagarán los derechos si la temporada se suspende. La decisión se ha tomado tras una primera reunión esta mañana entre los jugadores que han decidido seguir adelante con los 'playoffs', también ha habido una reunión con los propietarios y los jugadores.
En esta última reunión se ha informado a los jugadores que la suspensión de la temporada hubiera tenido gravísimas repercusiones económicas para la NBA, que se ha gastado 150 millones de dólares para montar la burbuja de Orlando, y tampoco recibiría los ingresos de los derechos de televisión, los únicos que van a tener al no haber espectadores en los partidos.
Además, también en la reunión de esta tarde se han expuesto los planes de acción que puedan abordar los problemas de la desigualdad racial y la injusticia social, pero que se encuentren dentro del campo de acción que puedan tener los equipos.
Este boicot de los jugadores de la NBA llegó como muestra de protesta por el incidente del pasado domingo en la localidad de Kenosha (Wisconsin), la ciudad donde Jacob Blake, un hombre negro de 29 años, que recibió siete disparos en la espalda cuando un policía intentaba detenerlo. Blake recibió los disparos cuando quiso entrar por la puerta del lado del conductor de su vehículo, donde se encontraban tres de sus hijos