La grave lesión de Ansu Fati ha provocado que el Barça necesite refuerzos en la línea atacante, donde un nombre —Memphis Depay— brilla por encima de los otros. Después de ser incapaz de firmar al delantero del Lyon durante el mes de septiembre, el club blaugrana devuelve a la carga para contentar a Ronald Koeman, quien había pedido el fichaje de su compatriota.
La clave para que Depay pueda aterrizar en el Camp Nou, sin embargo, es puramente económica. Aunque el delantero acaba contrato el próximo verano, hecho que abarata sustancialmente su precio, el Barça es incapaz de pagar la cifra que el Lyon pide, unos 25 millones de euros. La crisis del coronavirus, sumada a la nefasta gestión de Josep Maria Bartomeu, ha provocado que el club blaugrana esté en una situación financiera precaria.
Así, si el Barça quiere fichar primero tendrá que hacer caja. Es en este contexto donde aparece el nombre de Junior Firpo. El lateral izquierdo, fichado el verano pasado para competir con Jordi Alba, no convenció a Ernesto Valverde, Quique Setién y todavía menos a Ronald Koeman, con quien sólo ha jugado 29 minutos.
El hispano-dominicano disputó los últimos 28 minutos del partido contra el Ferencváros en la Champions y en la siguiente jornada saltó al césped del campo de la Juventus en los últimos segundos del duelo para perder tiempo. En Liga ni siquiera ha debutado.
Firpo llegó del Betis a cambio de unos 18 millones de euros y ahora el Barça espera recuperar una buena parte de la inversión. El futbolista ha despertado el interés del Inter de Milán y de algunos clubes de la liga francesa, pero hoy por hoy no cuenta con ninguna oferta formal. Si él no se marcha, parece poco probable que Depay aterrice en el Camp Nou. La opción de la casa, tal como hemos explicado este martes, es Konrad de la Fuente, del B.