Falta aproximadamente un mes para que termine la auditoría encargada por Joan Laporta para conocer al milímetro la situación de económica del FC Barcelona y los primeros indicios no son nada halagüeños. Y es que según informa este viernes el diario Ara, la anterior junta directiva, con Josep Maria Bartomeu a la cabeza, despilfarró 59 millones de euros en los trabajos preliminares del Espai Barça, pues hasta la fecha se han invertido 109 millones por unos trabajos que los expertos consultados por el citado diario calculan que tienen un valor de 50.
Unos ingresos que jamás existieron
Mientras se esperan los resultados de la due dilligence, el paso previo para la celebración de la Asamblea de Compromisarios, el Barça sigue trabajando a marchas forzadas para poner orden en unas finanzas que se aguantan por los pelos, con un presupuesto, no aprobado por la Asamblea, que contempla el retorno de la afición al Camp Nou en febrero, que el primer equipo disputaba como mínimo los cuartos de final de la Champions y que la teórica disminución de las restricciones por la pandemia sería en febrero, lo que aumentaba las ventas en la tienda oficial y de otros servicios, como el Tour por el Camp Nou. Posiblemente, además, Bartomeu contemplaba los millones prometidos por participar en la Superliga.
El Barça logra aplazar el pago de 200 millones
La situación económica del Barça, como ya se preveía, apunta a ser mucho peor de lo anunciado, que ya era preocupante, por lo que los nuevos responsables no piensan dar ni un solo paso en falso. Y es que las previsiones apuntan a unas pérdidas anuales por encima de los 350 millones de euros, un auténtico desastre que deja a los nuevos rectores muy poco margen de maniobra.
Según informó este jueves Bloomberg, el Barça ha logrado aplazar el pago de los bonos que Bartomeu emitió en 2018 por valor de 200 millones, además de haber logrado ingresar parte de los derechos de televisión comprometidos para la temporada que viene.
Todo ello, unido a la rebaja de la masa salarial que se va a llevar a cabo este verano, con la salida de algunos jugadores con salarios fuera del mercado, debe servir para poder llevar a cabo los fichajes necesarios para mejorar la plantilla, uno de los condicionantes, lógicos, por otro lado, que pide Leo Messi para renovar su contrato 2 temporadas más.