Sin alma, sin ganas, desastroso, con una imagen patética... La Juventus ha confirmado la muerte deportiva del Barça, que además ha significado que los blaugrana accederán como segundo de grupo en la Champions más de 13 años después. Ver ahora mismo a los culés genera impotencia y mucha tristeza.
El Barça ha dado mucha pena este martes por la noche y es que los hombres de Andrea Pirlo ha pasado por encima con una facilidad extrema. Hay muchos culpables de un desastre que se arrastra de hace semanas.
Los culpables
El principal señalado es Ronald Koeman. El holandés no ha sido capaz de revertir la situación en can Barça y se ha equivocado con el sistema de juego, con el planteamiento de los partidos y con los cambios en los duelos. No es un tema de un día aislado, la desgracia culé viene de lejos.
La defensa del Barça es un drama, hace aguas por todas partes. Lenglet empieza a preocupar y protagoniza acciones que son dignas de prebenjamín. El francés, sin Gerard Piqué al lado, no está al nivel que nos tiene acostumbrados. Por su parte, Araujo ha vuelto al once y no ha estado muy acertado. La desconcentración de todo el equipo ha quedado patente delante de los ojos de Europa.
Por si no era suficiente con el contundente resultado, Cristiano Ronaldo ha hecho un doblete en la casa de Leo Messi. Los dos penaltis, sí, pero dos goles que sirven para perder el liderato de los blaugrana.
Messi lo ha intentado tímidamente cuando más se tenía que reivindicar, pero ni así. El argentino ya veía a venir este desastre y por eso quería hacer las maletas para marcharse. Y con razón.
A finales de enero entrará una nueva junta directiva y lo que tiene delante no es poca cosa. Mucha suerte y aciertos y mucha fuerza porque lo necesitarán cada día. Ah, y a todo eso se ha sumado un arbitraje pésimo, que no es excusa de nada, pero también se tiene que decir.