Por fin el Barça juega a fútbol de verdad y deleita a los culés con un gran espectáculo en Turín en partido de la Champions League (0-2). La Juventus ha sido empequeñecida por un Barça que ha crecido durante el partido, que se ha gustado y que se ha reivindicado. No ha dimitido en ningún momento y ha demostrado que jugando con el balón, moviéndolo y sabiendo qué hacer, se puede volver a disfrutar.
Ha sido el día de Ousmane Dembélé, que se ha reivindicado con un gol, y también el del joven Pedri González, que reclama un sitio de titular a base de exhibiciones. Y Leo Messi ha vuelto a marcar de penalti.
Inicio revolucionado
Capaz de jugar bien a fútbol cuando se lo propone y de volver a ilusionar. Porque el Barça vuelve a ser un equipo. La mano de Ronald Koeman ha vuelto a aportar una disciplina que hacía tiempo que los jugadores habían perdido de vista. Y si se entrena bien, se juega bien. Ya pasó contra el Real Madrid, aunque el resultado no acompañó.
En el Juventus Stadium, Pedri ha repetido titularidad, y Dembélé, Griezmann y Pjanic han recuperado un lugar en el once inicial. También con el joven Araujo —aunque antes del descanso se ha lesionado— haciendo de central en el sitio del sancionado Piqué. Pero es que en este Barça juegue quien juegue, hay compromiso. Tiene un aura diferente a la de años anteriores.
Y en el primer minuto de juego los blaugrana ya han tenido una triple ocasión que no ha acabado en gol de milagro. Griezmann ha estrellado el balón al palo y la Juve ya ha dado un paso atrás.
Dembélé sonríe
Ya nadie duda del compromiso de este nuevo Barça, pero es que ahora se atreve a morder (y mira que no es Luis Suárez). El equipo parecía querer reivindicarse después del fallido Clásico. Sobre todo Dembélé que, con su anarquía futbolística, sin aún comprender el juego, sorprendentemente en cada momento que tenía la pelota en los pies pasaban cosas.
Y el gol del Barça, que ha llegado en el minuto 14, ha sido del mismo Dembélé después de un disparo desde fuera el área que ha desviado Chiesa. Golazo que ha vuelto a hacer sonreír a los blaugrana, pero también al extremo francés. ¿Y la asistencia de quien tenía que ser? De Messi.
El hat-trick de Morata
El Barça ha sido superior en Turín desde el inicio hasta el final, pero también ha jugado al límite. Morata ha marcado por partida doble, en el minuto 15 y en el 30, pero los dos goles han sido anulados por dos fueras de juego muy ajustados.
Pero es que el recital de Morata con los fueras de juego no ha acabado aquí. Ya en el segundo tiempo, a los diez minutos de volver al césped, ha marcado el tercer gol. Y por tercera vez ha sido anulado por estar en posición antirreglamentaria.
Messi sentencia el baño
Y si la Juventus marcaba, pero no había manera de hacerlo legalmente, el Barça ha vuelto a poner el modo espectáculo. Si en la primera parte ha brillado Dembélé, en la segunda ha sido el momento de Pedri.
Los culés se han puesto el babero y han disfrutado de la velocidad de pase, viendo cómo la Juventus se mareaba persiguiendo el balón, que era totalmente culé. En momentos ha recordado el fútbol del Barça de tiempos gloriosos, que ya es decir. Y es que el Barça ha merecido ganar por goleada, pero de cara a portería no ha estado acertado.
El Barça ha completado seguramente el mejor partido de la temporada —o de los últimos años—, con un Messi feliz y enchufado. Persitir, persistir y persistir. Los futbolistas no han dimitido contra una irreconocible Juve y han sentenciado en el tiempo de descuento después de la expulsión de Demiral y de un último gol desde el punto de penalti de Messi.
Merecida victoria en el Juventus Stadium, que certifica la primera victoria del Barça contra la Juve en Italia. Y los blaugrana son líderes en solitario del Grupo G de la Champions.