El Real Madrid lamentaba al principio de curso una de las peores noticias que podía recibir. Uno de sus mejores futbolistas, Thibaut Courtois, se despedía de la temporada por la peor lesión que puede sufrir un futbolista: la ruptura de los ligamentos cruzados. En ese entonces, con Andriy Lunin como teórico suplente, todas las miradas se dirigieron hacia su figura en vista de que era el llamado a heredar la titularidad.
No obstante, el club se exponía a que el ucraniano sufriera un problema muscular y quedarse sin porteros de la primera plantilla. Por esta razón, Florentino Pérez decidió cerrar la incorporación de Kepa Arrizabalaga en una operación relámpago en la que el futbolista vasco recalaba en el Santiago Bernabéu en calidad de cedido hasta finales de la presente temporada.
Kepa Arrizabalaga, una cesión y ya
Kepa y Lunin se han repartido a partes iguales los minutos en la portería blanca, pero no lo han hecho por decisión inicial, sino con sensaciones mucho peores. Cuando Courtois se lesionó, Carlo Ancelotti afirmó que sería Lunin el titular, pero Florentino cerró la llegada del ex del Athletic Club y fue él quien pasó a ser el futbolista de confianza para defender la portería blanca.
En este sentido, Lunin, que ya venía contrariado de la pasada temporada por su rol ya ni secundario para Ancelotti, todavía se vio más fuera del Real Madrid en vista de la contratación exprés de Kepa. No obstante, con el paso de los partidos, el club se ha dado cuenta de que Kepa no está a la altura y sí un Lunin que, a pesar de ser el elegido para la próxima temporada para ser de nuevo el suplente de Courtois, ya tendría decidido que no quiere renovar.
De hecho, durante el último mercado estival, la mujer del futbolista ucraniano dejó caer que si Lunin encuentra un equipo que "le deje jugar con regularidad", se marchará. Así pues, para la nueva campaña, el Real Madrid recuperará a Courtois, tendrá la baja de Kepa, que regresará a la disciplina del Chelsea después de su cesión, y se encontrará con un Lunin que acaba contrato este próximo 30 de junio y que no querrá renovar. Por lo tanto, si se cumplen los augurios y Kepa y Lunin causan baja, Florentino Pérez se verá obligado a buscar a un nuevo portero durante el próximo verano.