Kilian Jornet ha vuelto a sorprendernos y cada vez más se agotan los calificativos. Después de subir dos veces al Everest en solo seis días, el alpinista catalán ha ganado la cuarta edición consecutiva del Hardrock 100 (160 km en la cordillera de San Juan, en el sur de Colorado) en 24 horas, 32 minutos y 22 segundos, pero con un contratiempo que no lo ha dejado sin la victoria: el brazo en cabestrillo después de dislocarse el hombro.
Desde la salida Jornet ha encabezado la carrera, compartiendo las primeras posiciones con el otro corredor español Iker Karrera. No ha sido hasta el descenso de la cima de Handies Peak cuando se ha caído y se ha hecho daño en el hombro izquierdo. Aun así, ha tenido que hacer los siguientes kilómetros con un bastón hasta la milla 56,6 cuando ha sido atendido por los médicos. Con un vendaje, le han pegado el hombro al pecho y ha seguido en carrera.
Ante esta adversidad, Jornet ha seguido creyendo y no ha sido hasta el último tramo, en la subida de Bear Creek, cuando ha recuperado el liderazgo y ha conseguido distanciarse definitivamente de su perseguidor, el norteamericano Mike Foote. Cogido con un único brazo ha cruzado la meta ganando, y lo que es más importante, dando una lección de no rendirse y escribiendo una nueva página en la historia.
Hegemonía total
La Hardrock presenta un recorrido con 20.772 metros de desnivel acumulado, aunque desde que debutó Kilian Jornet el año 2014, no se le ha escapado el título. En su primera edición ganó y con récord: 22h41'35''. En el 2015 consiguió la victoria con otro récord, y ya en el 2016 ganó después de entrar a meta al lado de Jason Schlarb. Con el título de hoy continúa una hegemonía que, a estas alturas, y en el estado forma en el que se encuentra Jornet, todo apunta a que no será el último.