Joshua Kimmich sigue dando pasos hacia el Barça. El centrocampista alemán, cuyo contrato con el Bayern de Múnich expira el próximo verano, ha mantenido contactos con el entorno azulgrana para valorar su llegada a coste cero. Desde el club catalán, tanto la directiva como Hansi Flick ven con muy buenos ojos su incorporación, ya que es un jugador que el técnico alemán conoce a la perfección de su etapa en el conjunto bávaro.
Las conversaciones entre el entorno de Kimmich y el Barça han avanzado en las últimas semanas, y el futbolista parece estar muy predispuesto a vestirse de azulgrana. La posibilidad de jugar en LaLiga y ser pieza clave en un nuevo proyecto ilusionante seduce al internacional alemán, que aún no ha recibido una oferta de renovación convincente por parte del Bayern.
La llegada de Kimmich, sin embargo, supondría una gran consecuencia dentro de la plantilla actual del Barça: la salida de Frenkie de Jong. El neerlandés sigue sin renovar su contrato, que expira en 2026, y en el club ya se plantean seriamente desprenderse de él si no da un paso adelante en las negociaciones. La política de contención salarial impide ofrecerle una mejora significativa, y su alto sueldo es visto como un obstáculo para la planificación futura.
A pesar de ser un jugador fundamental en los últimos años, la llegada de Kimmich dejaría a De Jong sin sitio en los planes de Flick, quien ha mostrado predilección por un mediocentro con mayor rigor táctico y capacidad defensiva, aspectos en los que el alemán sobresale. Además, la versatilidad de Kimmich, que puede desempeñarse como lateral derecho o mediocentro defensivo, le da una ventaja competitiva frente al neerlandés.
En el seno del club están convencidos de que la operación sería un éxito tanto a nivel deportivo como económico. La venta de De Jong, por el que el Manchester United sigue mostrando interés, permitiría al Barça generar un ingreso importante y liberar masa salarial, facilitando la inscripción de Kimmich sin problemas con el fair play financiero.
Por su parte, Frenkie de Jong no tiene prisa por definir su futuro, aunque ya es consciente de que la presión va en aumento. El neerlandés ha dejado claro en más de una ocasión su deseo de continuar en el Camp Nou, pero la realidad económica del club podría obligarle a replantearse su situación.
Mientras tanto, Deco sigue trabajando en la sombra para cerrar la llegada de Kimmich, un fichaje que daría un salto de calidad inmediato al equipo y que encajaría a la perfección en la idea de juego de Flick.