Joshua Kimmich está más cerca que nunca de vestirse de azulgrana. El centrocampista alemán, un viejo deseo de Hansi Flick, podría llegar al FC Barcelona en enero como parte de una operación que promete ser una auténtica revolución en el mercado de invierno. Su situación contractual con el Bayern de Múnich, donde termina contrato al final de esta temporada, lo coloca en una posición clave. El club bávaro le ha exigido una respuesta inmediata sobre su futuro, y el Barça, siempre atento a las oportunidades del mercado, ya ha comenzado a mover ficha.
El plan de Deco, director deportivo del club, pasa por adelantar la llegada de Kimmich a enero, aprovechando su situación contractual y el interés del Bayern en no dejarlo salir gratis en verano. Para ello, el FC Barcelona estaría dispuesto a incluir a Frenkie de Jong en la operación. El neerlandés, uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla, no cuenta en los planes de Flick, lo que convierte este movimiento en una solución ideal para ambas partes. Por un lado, el Barça reduciría considerablemente su masa salarial, y por otro, el Bayern obtendría un reemplazo de calidad inmediata por su capitán.
La relación entre Kimmich y Flick es uno de los factores clave de esta negociación. El técnico alemán conoce a la perfección al mediocampista, con quien compartió una etapa exitosa en el Bayern, y ve en él al líder que necesita para reforzar el centro del campo azulgrana. La llegada de Kimmich no solo aportaría calidad técnica y versatilidad, sino también un carácter ganador que podría marcar la diferencia en los momentos decisivos de la temporada.
Por el lado del Bayern, la operación también tiene sentido. Aunque el club de Múnich preferiría retener a Kimmich, la posibilidad de incorporar a un jugador como Frenkie de Jong en lugar de perder a su capitán sin compensación económica es una alternativa atractiva. El neerlandés, a pesar de no contar para Flick, sigue siendo un futbolista de élite con capacidad para adaptarse al estilo del fútbol alemán.
En el FC Barcelona, esta operación sería vista como un movimiento estratégico para equilibrar las finanzas y reforzar una de las zonas más importantes del campo. Con la salida de De Jong, el club aligeraría una de las fichas más elevadas de la plantilla, mientras que la llegada de Kimmich consolidaría el proyecto deportivo liderado por Flick.
A falta de detalles por cerrar, las conversaciones entre ambos clubes ya han comenzado, y las próximas semanas serán decisivas para definir el futuro de ambos jugadores. En el entorno azulgrana, la posibilidad de ver a Joshua Kimmich liderando el centro del campo del FC Barcelona genera una enorme expectativa, mientras que en Múnich se preparan para una transición que podría marcar un antes y un después en su proyecto deportivo.