Una nueva debacle europea del Barça, ahora contra el Inter de Milán, ha hecho recordar fantasmas pasados, que no lejanos, dónde el Barça hacía el ridículo por demasiados estadios europeos. El último en ser protagonista en el banquillo, hasta la llegada de Xavi Hernández, era Ronald Koeman. El técnico neerlandés fue relevado de su cargo ahora hace casi un año, y ya tenía claro algunos de los grandes problemas del Barça, que son los mismos que este año. Porque, por mucho que se haya hecho una renovación profunda de la plantilla durante el verano, con movimientos en todas las líneas, en la primera final de la temporada los que han vuelto a quedar señalados han sido las "vacas sagradas".
Gerard Piqué, gran señalado en el partido contra el Inter
Gerard Piqué jugó porque sólo había dos centrales disponibles, y el central quedó retraído en la jugada del primer gol, donde dejó pasar la pelota de forma incomprensible y Barella marcó el 1-1.El caso de Piqué no es algo nuevo. Cuando acabó la temporada pasada, Xavi Hernández le comunicó que su situación cambiaría. Le explicó que habría refuerzos importantes en defensa, y con el crecimiento de Eric Garcia y sobre todo de Ronald Araujo, dejaría de ser titular.
Piqué decidió desafiar al club y aseguró que aunque ficharan al mejor defensa del mundo él sería titular. Se habría podido marchar por la puerta grande después de una carrera maravillosa, pero optó por quedarse, en lo qué ha demostrado ser una mala decisión para todas las partes. Además, más sangrante es todavía si utilizamos la hemeroteca.
Piqué no cumplió su palabra y Busquets no está a la altura
"A reflexionar todos, el club necesita cambios, no hablo de entrenador, ni jugadores, no quiero señalar a nadie, estructuralmente el equipo, el club necesita cambios de todo tipo, porque no es la primera vez que nos pasa eso, ni la segunda ni la tercera. Nadie es imprescindible, yo soy el primero que me ofrezco, si tiene que venir sangre nueva y cambiar esta dinámica soy el primero a marcharse, a dejarlo, porque creo que hemos tocado fondo", aseguró después de la derrota más dura de la historia reciente del club, el 2-8 contra el Bayern Munich.
De eso ya hace más de dos años, y aunque la sangre nueva ha venido, Piqué sigue en el Barça. El caso de Busquets es parecido, aunque no haya llegado ningún futbolista que le pueda discutir la titularidad en su posición. Ni Koeman ni Xavi se han atrevido a sacar al capitán, y contra el Inter se volvió a demostrar que no puede estar al nivel de los partidos más exigentes de la temporada.