Pasan los días y en el Barça aumenta a una velocidad de vértigo el malestar sobre el comportamiento de Ronald Koeman. El entrenador neerlandés, enfadado con los dirigentes blaugrana por no mostrarle apoyo público y por las filtraciones a la prensa sobre futuros sustitutos ha decidido hacer la guerra por su cuenta, revelarse, desoyendo los consejos que en su día le dieron Joan Laporta y la dirección deportiva del club y que provocaron que el entrenador fuera ratificado.
Koeman rompe los acuerdos del verano
Koeman ya empezó a saltarse los acuerdos cuando decidió apostar por un 5-3-2 en el partido contra el Bayern de Múnich. A pesar de que el club le insistió que se quería un Barça ofensivo, dueño del balón y con el 4-3-3 por bandera, el entrenador no dudó en volver al sistema que empleó en el tramo final de la temporada pasada. El equipo volvió a ser un conjunto pequeño, defensivo y sin dominar la posesión, lo que se transformó en un paseo del Bayern por el Camp Nou y en el inicio del final de la etapa de Koeman en el Barça.
A este tema hay que añadir el ostracismo de Riqui Puig, un jugador clave para el Barça como entidad, una apuesta del club, sobre el cual hay puestas muchas esperanzas. Se habló con Koeman para que le diera más minutos, aunque fueran residuales, pero durante muchos partidos Koeman siguió su hoja de ruta, ignorando los acuerdos a los que llegó a principios de verano. Riqui Puig siendo jugando muy poco, lo que se entiende como un órdago directo al Barça.
Koeman desoye los consejos sobre Coutinho
Y uno de los temas más delicados es el de Coutinho. El brasileño no entra en los planes de la dirección deportiva, que quiere venderlo o traspasarlo en el próximo mercado de invierno. En el contrato de Coutinho, que sigue rindiendo a un nivel muy por debajo del que le convirtió en uno de los mejores jugadores de la Premier League, hay una cláusula que obliga al Barça a pagar 20 millones de euros extra al Liverpool si llega a su partido 100 como blaugrana.
En estos momentos, Coutinho suma ya 94 partidos con el Barça, por lo que está a punto de llegar a la cifra que se quiere evitar, pero Koeman sigue haciéndole jugar, y en algunos momentos solo el tramo final, una manera absurda de malgastar los pocos partidos que le quedan antes de llegar al centenar de enfrentamientos. Koeman ya conoce la situación, pero sintiéndose maltratado por el club ha decidido ir a la suya, no hacer caso de los consejos, lo que ha provocado que el malestar vaya en aumento. Y es que en una semana el entrenador neerlandés podría ser despedido.