Los grandes problemas del Barça residen ahora mismo en la parcela defensiva. Aunque en el ataque y en el centro del campo tampoco estén mucho mejor, sin duda el lastre de los azulgranas esta temporada está siendo la facilidad que tienen para encajar goles. Una cosa curiosa, si tenemos en cuenta que el año anterior fue su punto fuerte, y Marc-André ter Stegen consiguió ganar el Trofeo Zamora, destrozando todo tipo de récords de imbatibilidad.
Pero las cosas han cambiado radicalmente, y todo se debe, principalmente, al bajo rendimiento que están ofreciendo casi todos los centrales. Ronald Araújo también está irreconocible, aunque sigue siendo el líder de la retaguardia. No obstante, casi todas las críticas se concentran en los otros tres jugadores que Xavi Hernández tiene a su disposición para ocupar esa demarcación. Por ejemplo, Andreas Christensen, que en su primer año fue una de las revelaciones y de las noticias más positivas.
Comenzó siendo suplente habitual, pero se acabó afianzando en las alineaciones, y mostró una seguridad y una solvencia magníficas, además de una facilidad increíble para salir con el balón controlado. Pero este curso ha pasado a ser impreciso y a mostrarse muy errático, y no está cumpliendo con las expectativas. Incluso ha sido utilizado como pivote defensivo, donde tampoco ha funcionado. Y en el Camp Nou están dispuestos a estudiar las ofertas que reciban para venderlo.
Quien tampoco tiene su continuidad asegurada es Íñigo Martínez. Aunque llegó hace tan solo unos meses, no es ningún secreto que Joan Laporta y Deco nunca acabaron de considerar necesaria esta incorporación, pues ya tiene 32 años. Y aprovechando que no tuvo ningún tipo de coste, pueden optar por darle salida en verano, y obtener de este modo una plusvalía interesante. Empezó con fuerza en sus primeras semanas como jugador del Barça, pero se ha ido deshinchando.
Y ahora mismo tampoco aporta la seguridad necesaria. Aunque el caso más significativo es el de Jules Koundé, que a diferencia de Christensen y del vasco, sí obligó al presidente a hacer una inversión importante, de 50 millones de euros. No ha conseguido amortizarlos, y a pesar de tener una primera temporada muy buena, en la actual está siendo uno de los principales señalados.
Laporta coloca a la venta a Christensen, Íñigo y Koundé
Todo esto ha provocado que Laporta decida poner a la venta a Christensen, Íñigo y Koundé, y espera recibir ofertas interesantes por todos ellos.
Además, el Barça ya cuenta con los prometedores Pau Cubarsí y Mikayil Faye para ocupar esa zona, además de Eric García y Chadi Riad, cedidos al Girona y al Betis.