En los últimos días, se ha comenzado a especular con la posible salida de Toni Kroos del Real Madrid. Una posibilidad que parecía impensable hasta hace poco, pero que ya no es ninguna utopía. Porque el propio jugador se está planteando muy seriamente su futuro, después de la contratación de Aurelien Tchouameni, y no se atreve a cerrarse ninguna puerta. Primero quiere hablar con Carlo Ancelotti, y conocer cuales son los planes que tiene con él.
En caso de que no le convenza, y no le garantice ser titular habitual, que es lo que pide, no tendrá problemas en aceptar alguna de las propuestas que tiene sobre la mesa. Aunque ya tiene 32 años, y no ha hecho su mejor temporada, sigue siendo una pieza muy cotizada en el mercado, y hay muchos equipos que estarían encantados con tener a un futbolista de su nivel. Por ejemplo, se ha hablado del Manchester City de Pep Guardiola.
Florentino Pérez se ha acercado al entorno del ex del Bayer Leverkusen para tratar de acercar posturas, y alargar su contrato, que finaliza en 2023. No obstante, por el momento no hay acuerdo, ni está cerca de haberlo. El campeón del Mundial de Brasil no quiere que le presionen, y resolverá su futuro durante las próximas semanas. Así que en el Santiago Bernabéu deberán de estar muy alerta, y no pueden descartar que acabe marchándose.
Eso obliga a tener que encontrar a un reemplazo para Kroos, y Ancelotti tiene muy claro quién debería de ser el elegido. Porque si pierde al ‘8’, cree que debería de llegar otra estrella de talla mundial, y la opción que más parece seducirle y convencerle es la que tiene a Joshua Kimmich como protagonista. Sobran las explicaciones cuando hay que hablar del astro del Bayern de Múnich, que sin duda es uno de los mejores del planeta en su posición.
Y lo más sorprendente es saber que todavía tiene 27 años, de modo que no es ningún veterano, aunque lleve rindiendo a un gran nivel en la élite desde hace mucho tiempo.
Kimmich, un fichaje muy complejo
Ancelotti ya pudo dirigir a Kimmich en el año y medio que estuvo en el Allianz Arena, y guarda un gran recuerdo de él. Por esa razón no se lo ha pensado mucho a la hora de pedir su fichaje a Florentino Pérez, si bien es consciente de la enorme dificultad que supone quitárselo al combinado bávaro.
Tiene un documento de trabajo válido hasta 2025, y no tienen ninguna obligación de venderlo. Además, este verano es muy probable que pierdan a dos de sus grandes estrellas, Robert Lewandowski y Serge Gnabry.
El Madrid necesitará un milagro para poder hacerse con Kimmich.