Tras una carrera salpicada por las decisiones de equipo, la apelación que ha presentado Aston Martin al concluir el GP de Austria ha hecho caer a Carlos Sainz hasta la sexta posición después de sumársele a su crono los 10 segundos de sanción pertinentes por exceder los track limits. A pesar de atravesar la línea de meta en cuarto lugar, el madrileño dejará de sumar 12 puntos en favor de un Lando Norris que lo adelanta de manera virtual, viéndose también favorecido por la sentencia de la FIA un Fernando Alonso que queda en la quinta posición definitiva.
Cachondeo con los track limits
Ya desde el viernes, la restrictiva política de Control de Carrera con los límites de pista vaticinaba marcar el fin de semana. Las primeras víctimas de las líneas blancas fueron Checo Pérez y Lewis Hamilton, que se han visto obligados a arrancar hoy desde la decimoquinta y decimotercera posición, respectivamente, después de ver invalidados sus mejores cronos en la Q2.
No obstante, Aston Martin ya avisaba a Alonso por radio durante las últimas vueltas que apretara con tal de reducir la diferencia con los pilotos que lo precedían. El asturiano, en un principio, no entendía nada, pero la escudería británica era del todo consciente de que la FIA había dejado muchos pilotos sin castigo, aunque estos habían cometido las mismas irregularidades que venían cobrándose con una sanción.
Tanto es así, que aparte de las sanciones de 5 segundos que se han aplicado durante la carrera, la apelación de Aston Martin se ha acabado traduciendo en los 10 segundos mencionados para Sainz (de cuarto a sexto), 10 segundos más para Lewis Hamilton (de séptimo a octavo), y 10 segundos para Alexander Albon, Pierre Gasly y Logan Sargeant, que ya habían calificado fuera de la zona de puntos. Los casos más flagrantes, los 15 segundos que han recaído sobre Nyck de Vries y los 30 segundos que le han caído a Esteban Ocon, sanción que significa que ha sobrepasado las líneas blancas hasta en 20 ocasiones.
La curva 10, la gran culpable
En un circuito tan rápido como el Red Bull Ring, el hecho de que los track limits se encontraran entre los pianos y el asfalto ha acabado, primero condicionando, y después condenando, a la mayoría de pilotos. Con todo, ha sido la curva 10, la última antes de meta, la que se ha cobrado más víctimas.
Se trata de un giro que se hace prácticamente a fondo, donde el asfalto en sí acababa antes de un ancho piano, reforzado también por asfalto tintado en azul. Es decir, un trocito de queso que todos los ratones han acabado yendo a buscar, a precio de 5 segundos de sanción cada 4 amonestaciones. Un drama, sin duda, que colma el desenlace del fin de semana para Carlos Sainz.